BERLÍN. El ataque con bomba contra el autobús del equipo de futbol de la liga alemana de futbol de la primera división Borussia Dormtmund (BVB) el pasado 11 de abril, no era con fines terroristas sino económicos.
Semana y media más tarde del atentado, los investigadores han detenido al agresor que se trataría de un joven con doble nacionalidad, ruso y alemán, de 28 años de edad, identificado como Sergeij V. en la área de Tübingen.
El joven pretendía especular con la caída del precio de la acción del club según, informó la Fiscalía General de Alemania.
Según un comunicado de la fiscalía, las fuerzas especiales de lucha contra el terrorismo, las GSG-9, detuvieron en Baden-Wuerttemberg al presunto autor de la tres explosiones contra el autobús que llevaba a los jugadores para disputar un partido de la Champions contra el Mónaco.
En el informe, se apunta que el joven pretendía ganar dinero con las consecuencias del atentado, puesto que el mismo día Sergeij adquirió 15 mil acciones del Dortmund, que pagó con un crédito que solicitó una semana antes.
El detenido está acusado de intento de homicidio, de uso de bombas y de lesiones graves.
Las investigaciones fueron realizadas por el Ministerio Público, la Oficina Federal Criminal y la policía del estado germanoccidental de Renania del Norte–Westfalia.
Se sospecha asimismo que el individuo habría actuado en cojunto con un informante del sector financiero para llevar a cabo el blanqueo de dinero obtenido por medio de una transacción sospechosa por banco.
El presunto autor intentó matar o herir a los miembros del equipo de Borussia Dortmund con las explosiones para especular con las acciones y obtener ganancias. Según los investigadores, quería forzar de esta manera una fuerte caída de la acción en la bolsa del Borusia Dortmund.
El hecho, que tuvo tres reivindicaciones, uno yihadista, otro de la extrema derecha y otro de la extrema izquierda, es probablemente un ataque sin precedentes y representa un fenómeno completamente nuevo.
Lo que en un principio pareció un ataque islamista al encontrarse cartas de los presuntos autores que aseguraban actuar en nombre de Alá y que, un día más tarde produjo una detención de un joven iraquí de 26 años que fue desvinculado del ataque horas después.
Las autoridades alemanas, por su parte, plantearon dudas sobre el móvil islamista en el suceso, en el que un jugador español Marc Bartra y un policía resultaron heridos.
“Podemos decir que por suerte no pasó nada peor”, afirmó Frauke Köhler, portavoz de la fiscal federal.
JMS