A quien parece que ya le levantaron el castigo es a Gustavo Madero Muñoz, que, en diciembre, fue arropado por el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, y designado jefe de gabinete del Gobierno estatal, luego de que Ricardo Anaya lo relegara de todas las posiciones relevantes.

El fin de semana, el Consejo Nacional del PAN aprobó su nombramiento como presidente de la Comisión de Plataforma del partido para 2018; es decir, será el responsable de alinear las propuestas del blanquiazul para el proceso electoral federal del próximo año.

De esta forma, Madero vuelve a la escena nacional, luego de permanecer, durante casi cuatro meses, apartado de los reflectores, atendiendo la encomienda de Javier Corral, quien lo salvó del aislamiento en que lo puso el Joven Maravilla.

Y es que Madero y Anaya son los protagonistas de una historia de amor, traición y odio, en la que luego de que el chihuahuense adoptó al ahora dirigente nacional del PAN como su pupilo favorito y lo encaminó para lograr una exitosa carrera política; el de Querétaro le pagó con una traición al negarle la coordinación de los diputados panistas, primero; y después tras dejarlo fuera de los candidatos a presidir la Cámara de Diputados.

Por lo pronto, y a petición de Rafael Moreno Valle, Gustavo Madero está de vuelta en las grandes ligas de la política nacional. La pregunta es si ¿Madero trabajará para la candidatura presidencial de Anaya o de Margarita Zavala? o ¿le regresará el favor al ex gobernador de Puebla?

ENFRENTAMIENTO Y AMAGO

Por cierto, nos comentan que en los trabajos del Consejo Nacional del PAN, el propio Ricardo Anaya protagonizó un duro enfrentamiento con Felipe Calderón, luego de que el ex Presidente le recriminó que no hay suelo parejo para los aspirantes a la candidatura presidencial; y por el contrario, se esté aprovechando de los spots del partido para promover su imagen (al estilo López Obrador).

Nos dicen que quien secundó a Calderón en este reclamo fue Rafael Moreno Valle, pues considera que Ricardo Anaya no pierde la oportunidad de promocionarse como el político panista con más aptitudes para ser el próximo candidato a la Presidencia de la República, haciendo de lado las aspiraciones de otros militantes con peso, como él mismo o Margarita Zavala.

Es más, trascendió que Felipe Calderón incluso amagó con renunciar a su militancia, ante la parcialidad con que se ha conducido su dirigente nacional.

LA PAJA, EN EL OJO AJENO

 

Fuertes críticas ha recibido el dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa, quien, dicen, está presto para señalar los actos de corrupción de miembros de otros partidos políticos, pero nada ha dicho de la complicidad de los diputados del tricolor, que frenaron, el jueves pasado, el desafuero del diputado federal Antonio Tarek Abdalá, señalado por las autoridades de Veracruz de desviar más de 23 mil millones de pesos, cuando fungió como tesorero de Javier Duarte.

¿Y la viga en el ojo propio, señor Ochoa?

 
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@JuanMDeAnda