La banda sonora de la película “Fantasía” resonó en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes donde la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) ofreció el programa familiar número 2 de la temporada, bajo la batuta de su titular Carlos Miguel Prieto.

 

Emblemáticos dibujos animados de Walt Disney como el pato Donald, Daisy, Campanita y Mickie Mouse, se hicieron presentes durante el recital que cautivó a chicos y grandes.

 

La obra de compositores como Ludwing van Beethoven (1770-1827), Piotr Ilich Chaikovsky (1840-1893), Igor Stravinski (1882-1971), Amelcare Ponchielli (1834-1886), Edwind Elgar (1857-1934) y Paul Dukas (1865-1935) que acompaña a algunas de las series y películas de Disney, atrapó a la concurrencia.

 

A lo largo de poco más de una hora, el hechizo de “Fantasía” encantó a decenas de pequeñitos que se dieron cita y que al ver a sus personajes favoritos proyectados en una megapantalla que se instaló en el escenario para tal evento, iluminaron sus rostros y sonrieron sin parar.

 

Además de ofrecer melodías hermosas, el recital brindó la posibilidad de comprender de una forma más profunda la música, así como la oportunidad de cerrar los ojos y llegar con la imaginación, ahí a donde la fantasía los guíe.

 

Un viaje interno lleno de luciérnagas y violines, así fue el segundo concierto que ofreció la agrupación, comenzando su participación con la “Sinfonía núm. 5 en do menor Op. 67”, de Beethoven; una obra con la que de inmediato los presentes se sumergieron en el mundo mágico de Disney.

 

La pieza de compuso del movimiento “Allegro con brio” donde infinidad de luciérnagas hacen su aparición en medio de un bosque, al que se suman hadas encantadas, entre ellas, “Campanita”.

 

Minutos después “Suite de El cascanueces” recordó no sólo la temporada navideña, sino también esta historia que trata sobre el nuevo juguete de la joven Marie Stahlbau, recibido la noche de Navidad y que cobra vida.

 

Luego de hacerse presente la primavera, gracias a pequeñas hadas que con un toque mágico decoran el bosque, en la serie proyectada, se aprecian además flores que caen, retomando a dos hojas de maple que simbolizan la entrada del otoño, y que concluyen con el invierno y decenas de copos de nieve cayendo.

 

“Suite del pájaro de fuego”, de Stravinski, fue otra las de piezas más aplaudidas y que tiene como protagonista a un enorme pájaro formado por fuego y lava, que vive en un huevo de roca en el fondo del volcán, y que es despertado por la Diosa de la Primavera que intenta destruirla con su lava.

 

Al final no lo logra y el bosque y todo lo que rodeaba al volcán antes destruidos por el fuego y la lava, vuelven a florecer gracias a la Diosa, quien da una muestra y lección de que la tierra se regenera y que es sabía.

 

“La danza de las horas”, de Ponchielli, fue otra de las piezas que gustaron a los pequeños donde elefantes avestruces e hipopótamos, engalanan con una serie de danzas, despertando a atención de los pequeños.

 

“Marcha Pompa y Solemnidad”, de Elgar, se hizo sonar en la recta final del recital al cual le faltó su cereza; “El aprendiz de brujo”, de Paul Dukas; donde el esperado de la tarde, Mickie Mouse, apareció cautivando a chicos y grandes.

 

Aquí, Mickie se mete en un grave problema al robar la varita mágica de su patrón, un poderoso mago que al final tiene que llegar para salvarlo de su travesura donde un par de cubetas con agua y una escoba con brazos, causas estragos

 

“Fantasía” es también una de las películas más emblemáticas en la historia del cine animado. Desde su estreno, en 1940, esta obra cinematográfica desafió todo lo que se había hecho anteriormente, entre otras cosas, porque sustituyó las palabras por sinfonías clásicas y puso las estupendas animaciones Disney llenas de héroes mitológicos, luciérnagas y escobas danzantes, al servicio de uno de los artes más hermosas que hay: la música.

 

aarl