El cantante estadunidense Justin Timberlake cerró ayer la sexta edición del Rock In Rio Lisboa con un espectáculo coreográfico de pop bailable ante más de 70 mil espectadores
El concierto fue el final de una semana llena de música en el Parque Bela Vista, que se inauguró con Robbie Williams, siguió con The Rolling Stones y alternó con Linkin Park y Arcade Fire.
El bailarín, compositor, actor y ex integrante de ‘N Sync hizo gala en el escenario principal de sus grandes dotes para la convocatoria de masas.
A sus 33 años, el artista de Memphis ha vuelto a los escenarios tras siete de ausencia ocupado de encarrilar una exitosa carrera cinematográfica que le ha llevado a trabajar con David Fincher y Clint Eastwood.