El presidente estadounidense, Donald Trump, propuso hoy acabar con las ruedas de prensa y distribuir respuestas por escrito “en beneficio de la rigurosidad”, después de las contradicciones sobre el despido del director del FBI.
Trump se lanzó de nuevo a su cuenta de Twitter a primera hora de la mañana para atacar a la prensa, que critica la confusión que él mismo ha generado sobre las razones detrás del sorpresivo despido del director del Buró Federal de Investigación (FBI), James Comey.
“¿Quizá lo mejor sería cancelar todas las futuras conferencias de prensa y distribuir respuestas escritas en beneficio de la rigurosidad?”, se preguntaba esta mañana Trump.
El mandatario aseguró que es un “presidente muy activo con muchas cosas pasando”, por lo que no es posible para sus portavoces “colocarse en el podio (de las ruedas de prensa y hablar) con total rigurosidad”.
La afirmación se produjo después de una caótica semana en la que su equipo de prensa tuvo dificultades para explicar el despido de Comey, especialmente después de que, este jueves, Trump contradijera la versión oficial de la Casa Blanca al asegurar que tenía previsto destituir pasara lo que pasara al ahora exdirector del FBI.
Los portavoces de la Casa Blanca habían asegurado que ese despido se debía por completo a la recomendación del fiscal general adjunto, Rod Rosenstein, quien consideró que Comey no había gestionado bien la investigación sobre el manejo de los correos electrónicos de Hillary Clinton cuando era secretaria de Estado.
Según funcionarios gubernamentales, Rosenstein amenazó con dimitir después de que la Casa Blanca dijera que él fue quien impulsó el despido de Comey y pidió a la Casa Blanca que lo corrigiera.
Unas horas después del tuit de Trump, su portavoz, Sean Spicer, tuvo que asumir la incómoda posición de defender tanto las declaraciones de Trump como su propio trabajo y el del resto de equipo de comunicación.
“Salimos aquí cada día y tratamos de hacer el mejor trabajo posible a la hora de comunicar lo que ha hecho el presidente. Llegamos pronto, trabajamos hasta bastante tarde y hacemos lo que podemos”, dijo Spicer durante su conferencia de prensa diaria.
El portavoz matizó que, como Trump está ocupado, a veces su equipo “no tiene la oportunidad de verle” para preguntar sobre todos los detalles que puedan interesar a la prensa, pero aún así trabajan “muy duro para darles la información más precisa y actualizada” posible.
Spicer no hizo comentarios sobre la sugerencia de acabar con las conferencias de prensa, y se limitó a indicar que Trump está “un poco consternado” por el tratamiento de la prensa sobre su presidencia, y la sensación de que los medios solo quieren “cazarle” en errores y no informan de sus logros.
La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca reaccionó también a las declaraciones de Trump, al asegurar en un comunicado que “las conferencias de prensa de la Casa Blanca” son vitales “para que los periodistas hagan preguntas a funcionarios en los niveles más altos del Gobierno” estadounidense.
“Acabar con las conferencias de prensa reduciría la rendición de cuentas, la transparencia y la oportunidad para que los estadounidenses vean que, en el sistema de EU, ninguna figura política está por encima de (el deber) de recibir preguntas”, dijo el presidente de la asociación, Jeff Mason, en el comunicado.
“La Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca se opondría a cualquier medida que pudiera amenazar esos principios protegidos por la Constitución” estadounidense, añadió Mason.
Trump volvió a decir hoy, también, que las historias sobre la posible coordinación de su campaña con representantes del gobierno ruso son una invención de “medios falsos” y “una fabricación de los demócratas para excusarse por perder las elecciones”.
jram