Los programas maliciosos conocidos como ransomware, como el WannaCry que afectó a gran parte del mundo, han estado presentes desde hace años, y en México en los últimos años han ido en aumento constante y son una de las principales herramientas de los ciberdelincuentes.
“El ransomware creció un 500 por ciento en México entre el 2015 y el 2016, de acuerdo con nuestros centros de información”, comentó en entrevista el Lider de Fortinet en temas de Ciberseguridad, Hector Salgado.
El ciberataque del ransomware WannaCry (quieres llorar) del 12 de mayo mostró la existencia de ciberdelincuentes que obtienen ingresos usando virus informáticos, aunque este tipo de software malicioso ya tiene años funcionando en la red.
México no está exento de ataques cibernéticos y la cantidad de amenazas que recibe cada año lo han colocado como uno de los blancos más elegidos por los cibercriminales.
“México estuvo en el top diez de los países que recibieron más ataques de software malicioso en 2016”, comentó el experto en ciberseguridad.
El del 12 de mayo “fue un ataque de ransomware y hay que tener presente que no es un tipo nuevo de ataque, aunque lo que sí hizo impacto fue la forma en que atacó a los equipos y en que afectó a las compañías, ya que WannaCry se empezó a distribuir por medio de la red sin necesidad de alguna interacción de los usuarios”, dijo.
Un ransomware es un tipo de código malicioso que secuestra la información, la encripta, con el fin de que ninguna persona pueda acceder a ella, los ciberdelincuentes piden rescate para desencriptar la información, aunque el modo de trabajo de WannaCry sí resultó diferente y eso es lo que lo hace tan especial
El crecimiento del uso de ransomware se debe a la rentabilidad que las asociaciones criminales peciben; al igual que los ataques por negación de servicio (DDoS), se busca saturar la banda ancha de las empresas para afectar su prestigio, lo cual se han visto con regularidad.
“Los usuarios pensamos que no nos va a pasar nada. No desconfiamos de Internet como lo hacemos en la calle y las medidas que tomamos en caso de un ataque son reactivas y no proactivas, lo que nos hace más vulnerables ante los ciberataques”, apuntó Salgado.
Con la propagación del Internet de las Cosas (IoT) los ciberataques se harán más frecuentes, ya que los criminales buscarán atacar aquellos puntos en los que se presentan más vulnerabilidades por parte de los usuarios.
De acuerdo con Salgado esto se potencia debido a que las desarrolladoras de tecnología no ven por la seguridad de los datos que manejan sus dispositivos, debido a que esto elevaría el costo de sus productos.
Para evitar ser víctima de un ataque o mimizar los daños una vez que se sufre alguno, se recomienda hacer respaldos frecuentes de la información contenida en los dispositivos.
Además no caer en los chantajes de los delincuentes, educar a los usuarios con una visión de seguridad y procurar usar herramientas que permitan una visibilidad completa y control para la toma de decisiones con la información.
aarl