Luego del enfrentamiento de la tarde del martes al interior del penal de Ciudad Victoria, que dejó como saldo tres policías y cuatro internos fallecidos, comenzó el traslado de entre 150 y 180 reos a otra prisión.
Al Centro de Ejecución de Sanciones (Cedes) de la capital de Tamaulipas ingresaron ayer cuatro autobuses para movilizar a los reos, sin que hasta el cierre de esta edición se supiera cuál era el destino final de los mismos.
Sin embargo, la situación comenzó a escalar cuando al lugar llegaron familiares de los reos, quienes se enteraron del traslado e intentaron, mediante protestas, impedirlo.
Debido a la magnitud del enojo, elementos de seguridad lanzaron al menos dos granadas de gas lacrimógeno a la multitud, con el objetivo de dispersarla antes de que los camiones, escoltados por diversas patrullas, salieran de las instalaciones.
Aunque algunas personas comenzaron a lanzar piedras, agentes de seguridad salieron del penal para abrirle paso al convoy, en el que los reos viajaban agachados en sus asientos.
Trascendió que, ya fuera del penal, uno de los cuatro transportes colisionó con una patrulla de Fuerza Tamaulipas, sin que se reportaran heridos entre los reos.
Por otra parte, el martes, la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas llevó a cabo un homenaje de cuerpo presente en honor de los policías estatales que fallecieran en el operativo.
El reconocimiento póstumo a los servidores públicos caídos en acción se efectuó en las instalaciones del Complejo Estatal de Seguridad Pública, donde en representación del gobernador del Estado, Francisco García Cabeza de Vaca, asistió el secretario General de Gobierno, César Augusto Verástegui Ostos.
aarl