Tamaulipas, una de las cinco entidades que este jueves se suman a la liberación del precio de la gasolina, representa un foco rojo, debido a que en 2015 reportó 926 tomas clandestinas.

 

 

 

De acuerdo al reporte de Etellekt 2016, el escenario se torna complejo por la operación de distintas células de los cárteles del narcotráfico, que han encontrado en el robo de hidrocarburos una de sus principales fuentes de financiamiento.

 

 

 

El combustible más extraído por el Cártel del Golfo (CDG) en la entidad es el petróleo crudo, mismo que se comercializa vía terrestre y marítima hacia Estados Unidos y vía marítima a Centroamérica, el Caribe y Sudamérica. Esta organización delictiva es responsable de 90% de las tomas clandestinas en el estado del noreste, precisa el reporte.

 

 

 

La entidad tamaulipeca es segundo estado del país donde se registró un mayor número de robo de combustible, pasando de 691 en el año 2014 a 926 tomas clandestinas en 2015, es decir 234 más.

 

 

Infografía: Juan Ángel Espinosa

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A pesar de que la ordeña de ductos se redujo en 2015, diez municipios del país concentraron 32% de las perforaciones ilegales, siendo Altamira quien encabezó la lista con 515 tomas clandestinas. Además, la entidad tamaulipeca presentó un incremento de 34% entre 2014 y 2015 donde el municipio de González junto con el de Altamira concentraron 81% de las tomas reportadas.

 

 

Rubén Salazar, director general de Etellek comentó en entrevista con 24 HORAS que “a pesar de que el problema de robo de combustible en la entidad tamaulipeca bajó bastante el año pasado, el problema estaba más focalizado en los oleoductos pero más que ello, es un estado donde la violencia no se limita al robo de combustible, sino que estás hablando de una violencia más amplia donde las personas tienen que contratar sistemas de seguridad privada para su casa, su familia, sus intereses, entonces todo esto también tendrá un impacto en la carga que le den al precio de la gasolina”.

 

 

Uno de los puntos de alerta en donde se ha detectado alta incidencia de tomas clandestinas se ubica en los campos de la cuenca de Burgos que se localiza entre Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila (otros dos estados de la región noreste que liberarán sus precios) siendo sus principales compradores empresarios gasolineros y refinerías estadounidenses.