Son las 13:14 horas, han pasado más de 20 días del sismo del 19 de septiembre y de no ser por la circulación de vehículos, el cruce de Calzada del Hueso y Miramontes podría catalogarse como desierto.
Ahí, donde siempre había un globero, donde cruzaba un gran número de gente entre el Bazar Coapa y el centro comercial Galerías Coapa, y de los bancos salían filas, lo más notorio hoy son las altas láminas blancas que intentan cubrir el daño de este último inmueble al que parece le metieron un cuchillo en cada piso.
Al caminar sobre la acera de Calzada del Hueso, en dirección a Calzada de las Bombas, hay que bajarse un tramo, pues la banqueta sigue ocupada por vidrios y ventanas que cayeron de un local de tinacos. A un lado se mantienen los escombros de lo que eran sucursales del Monte de Piedad.
Al dar vuelta a la derecha los daños siguen, las cintas rojas y las patrullas advierten el riesgo de derrumbe que hay en cinco edificios continuos, uno de los cuales el gobierno ya oficializó su derrumbe.
En la calle Rancho Los Arcos, de la colonia Los Girasoles, donde se derrumbó un edificio, tres coronas de flores ya lucen secas, las veladoras se apagaron y se quebraron. Las únicas flores nuevas son las que R. Oropeza dejó a su amiguita “Yola”, a quien siempre recordará como sobreviviente de la matanza del 68, según se lee en el recado que le dejó en la madera que ahora amuralla el predio.
Y es que el daño en esta zona no sólo se acentuó con el derrumbe de ese edificio ni del Colegio Enrique Rébsamen, se extendió a 70 inmuebles, según el censo hecho por la delegación Tlalpan.
De ellos, 17 están catalogados como de alto riesgo y 11 más como que están entre alto y mediano riesgo, algunos de éstos ubicados en la avenida División del Norte, de la colonia Floresta Coyoacán, en donde cintas amarillas y rojas frenan el paso de vehículos y transeúntes.
Frente a éstos se erige el Hospital General de Zona 32 del IMSS, y pese a que desde el siniestro se desalojó a sus pacientes, aún se ven las cintas amarillas de cuidado frente a la entrada.
La delegación no constó espacios comerciales como el Walmart y Suburbia de Miramontes, donde lo único que emula a un aparador son los boquetes en sus muros y un estacionamiento casi vacío, de no ser por 10 autos que se animaron a comer en los restaurantes de la cadena.
*edición impresa 24 Horas
caem