CARACAS.- Una nueva ola de protestas y el asomo de la mano dura se vislumbran en Venezuela tras las elecciones regionales de gobernadores, pues el mandatario Nicolás Maduro advirtió que no aceptará protestas violentas.
La oposición venezolana reunida en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) exigió ayer que se audite todo el proceso electoral del domingo como condición ineludible para reanudar el proceso de diálogo político con Maduro.
“Exigimos auditoría total, cuantitativa y cualitativa, que no sea impuesta por el ente comicial, de todo el proceso electoral con verificación internacional confiable”, dijo el portavoz de la MUD, Ángel Oropeza, en una rueda de prensa.
El antichavismo establece esta condición un día después de que se celebrarán en el país unos comicios regionales cuyos resultados no reconocen, y que muestran una contundente victoria del Gobierno, al obtener 17 de las 23 plazas en disputa, según el balance del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Oropeza acusó al Gobierno de “torcer y desconocer la voluntad” del pueblo, y aseguró que “nadie duda que las elecciones en Venezuela no son libres, ni justas, ni transparentes”.
Dijo que la MUD ha detectado “un gran número de irregularidades” ocurridas durante las votaciones en todo el país.
Entre ellas, aseguró, a un millón de electores se les impidió u obstaculizó votar en centros históricamente opositores”, mientras que a otros 350 mil, por la “violencia e intimidación dentro y fuera de los centros”.
Señaló también que hubo 90 mil 537 votos nulos “que debieron haber sido para los candidatos de la oposición”, y achacó esto a la negativa del CNE de sustituir las boletas electorales por lo que los aspirantes opositores vieron limitadas sus tarjetas.
El portavoz acusó al Gobierno de aplicar “coacción y chantaje a empleados públicos y beneficiarios de programas sociales” para votar a favor de sus candidatos, tras denunciar que algunas personas “votaron acompañadas” por activistas del partido de Gobierno y que otros “electores ejercieron múltiples votos”.
Asimismo, el candidato opositor a la gobernación del estado Bolívar (sur) -que hasta ayer estaba sin definir al ganador- Andrés Velásquez, pidió ir a la sede regional del Poder Electoral para defender la “victoria” que, asegura, tuvo la oposición en esa localidad.
En tanto, Maduro advirtió que no aceptará protestas violentas. “Aquel que se pase de la raya, me encargaré de que se aplique la justicia, no aceptaré gobernadores guarimberos (protestas violentas), saboteadores, no lo aceptaré, golpistas, no lo voy a aceptar”, advirtió.
EU rechaza proceso
Estados Unidos aseguró ayer que las elecciones regionales en Venezuela no fueron “libres” ni “justas”, y advirtió de que seguirá presionando “económica y diplomáticamente” a la “dictadura” de Nicolás Maduro para que se “restaure la democracia” en el país caribeño.
“Condenamos la falta de elecciones libres y justas ayer en Venezuela. No se escuchó la voz del pueblo venezolano”, dijo la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Heather Nauert, en un comunicado.
Acusan a Maduro por cirsis de salud
El exdiplomático Isaías Medina, que dejó en julio la misión de Venezuela ante la ONU, denunció ayer en la Organización de los Estados Americanos (OEA) que el presidente de su país, Nicolás Maduro, “ha criminalizado la salud” y “negado la crisis humanitaria”.
Medina hizo estas afirmaciones en la tercera audiencia de la OEA, con sede en Washington, sobre los posibles crímenes contra la humanidad cometidos en Venezuela.
En opinión del exdiplomático, “la dictadura, además de criminalizar la protesta, también ha criminalizado la salud y condenado a sus víctimas al sufrimiento y la muerte”.
“Hay un régimen de apartheid político, solo suministra (el Gobierno) alimentos a quienes son sus seguidores, teniendo que presentar un carnet al que denominan carnet de la patria”, señaló.
*edición impresa 24 Horas
caem