El embarazo de adolescentes ha creado en Latinoamérica un “círculo vicioso” de desigualdad que impide a las mujeres y a sus hijos salir de la pobreza, advirtió la ONU en su Informe del Estado de la Población Mundial 2017.
El reporte global del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), dado a conocer ayer, analizó cómo las disparidades en ingresos, educación y empleo impactan en los derechos sexuales y reproductivos, como el acceso a la planificación familiar.
Asimismo confirma que en la región hay una estrecha relación entre la pobreza y las crecientes tasas de fecundidad entre las mujeres más jóvenes.
El documento, titulado Mundos aparte: La salud y los derechos reproductivos en tiempos de desigualdad, destaca que América Latina y el Caribe están en una fase intermedia y avanzada en indicadores de salud reproductiva, en los que muestra, por ejemplo, una elevada proporción (94%) de partos atendidos por personal entrenado.
Sin embargo, hay una condición de desventaja social de las mujeres que se refleja en crecientes tasas de embarazo adolescente, un problema que se ha convertido en “el mayor desafío para la región en términos de derechos sexuales y reproductivos”, indica la agencia de la ONU.
De acuerdo al informe, Latinoamérica reporta una tasa de 64 partos por cada mil mujeres entre los 15 y 19 años, cifra sólo superada por África.
“El embarazo adolescente es un fenómeno de la pobreza de América Latina, donde el peso de la inequidad es más contundente, porque es la región más desigual”, dijo el director para Latinoamérica del UNFPA, Esteban Caballero, al comentar el informe.
Por ello, el UNFPA insiste en combatir ese círculo “vicioso” de inequidad porque, al carecer de acceso a métodos anticonceptivos, las mujeres más pobres, en especial las de menor escolaridad y de áreas rurales, están más expuestas a embarazos no deseados, lo que retrasa su incorporación al mercado laboral y reduce aún más sus ingresos.
con información de Agencias
*edición impresa 24 Horas
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