En varios municipios de Oaxaca, enclavados en la zona mixteca, donde el acceso por carretera puede durar más más de ocho horas desde la capital del estado, el censo que aplicó la Secretaría de Desarrollo Agrícola, Territorial y Urbano (Sedatu) fue apresurado e incompleto.
El levantamiento, que en teoría debió realizar esta dependencia, fue la base para determinar cuántas casas entrarían en el programa de apoyo para reconstrucción con recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden).
Testimonios recabados por 24 HORAS dan cuenta de un censo hecho por personal de los municipios y bajo presión, con el fin de proporcionar cifras en plazos de 36 a 48 horas.
“Cuando ocurrió el sismo estábamos en Huajuapan para ver lo de la fiesta patronal, y nos dijeron de Protección Civil que teníamos 36 horas para reportar cuántas casas se habían dañado.
“Por el tiempo sólo pudimos meter 10, que son las que vinieron después a revisar (por parte de la Sedatu), pero en realidad tenemos al menos 50 casas dañas en San Ildefonso Salinas; y otras cinco, en Santa María Salinas”, dijo la síndico municipal de Guadalupe de Ramírez, María Ramírez Salazar.
En tanto, en Silacayoápam, el personal de la Sedatu llegó a principios de este mes y entregó dos aparatos con GPS para ubicar o georreferenciar las casas dañadas y registrar en éstos la huella digital de los beneficiarios por el Fonden.
El trabajo se lo encargaron a empleados de ese municipio y les dieron 48 horas para entregar el censo en el municipio de Santiago Tamazola, a casi dos horas en carretera.
“Uno de esos aparatos nunca funcionó. Les estuvimos llame y llame y nunca nos contestaron, hicimos lo que pudimos con uno solo y sólo pudimos meter como 40 casas, pero en realidad seguimos actualizando la lista; y van casi 300 casas con daños”, dijo un trabajador de ese municipio.
El presidente municipal de Santa Cruz Tacache de Mina, Eutiquio Sierra Cortés, comentó que hay gente que quiere ayuda cuando apenas tiene unas pocas cuarteaduras su casa.
En ese municipio, dijo, serán 70 los inmuebles que recibirán apoyo para reconstrucción, de las cuales 20 tienen daños graves.
Golpe a la fe
El templo de esta localidad, al igual que los existentes en San José Zocoteaca, y Silacayoápam, fue cerrado por los daños que tiene.
Personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) acudió este martes a revisarlos y concluyó lo que ya sabían las autoridades locales y los habitantes: es un riesgo utilizarlos.
Pero quién los reparará, no lo saben aún, pues los inmuebles datan de las primeras décadas del siglo pasado, por lo cual quedarían fuera de la jurisdicción del INAH.
“Lo que veo es que tendremos que hacerlo nosotros, cuándo, no sé, yo sólo le pido a la gente que sea paciente, que haremos las cosas, pero con seis millones 800 mil pesos de presupuesto al año, pues no podemos hacer mucho, creo que la reparación la calcularon como en un millón de pesos”, dijo Sierra Cortés.
*edición impresa 24 Horas
caem