NUEVA YORK. Un grupo de accionistas presentó una demanda en Nueva York contra Facebook, su fundador, Mark Zuckerberg, y sus bancos colocadores liderados por Morgan Stanley, a los que acusan de esconderles que preveían un severo descenso de los ingresos de la red social antes de su salida a bolsa.
“La realidad en el momento de su estreno en bolsa era que Facebook estaba experimentando una severa y pronunciada reducción en el crecimiento de sus ingresos debido al aumento de usuarios de su aplicación o web a través de dispositivos móviles en lugar de computadoras tradicionales”, asegura la querella interpuesta este miércoles 23 de mayo en el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York.
El escrito, que firman Brian Roffe Profit Sharing Plan, Jacob Salzamann y Dennis Palkon en representación de más accionistas en su situación, señala directamente a Zuckerberg, al director financiero de Facebook, David Ebersman, y a otros miembros del consejo de administración de la empresa, así como a los bancos coladores Morgan Stanley, JPMorgan, Goldman Sachs y Barclays, entre otros.
Todos ellos son acusados de no haber informado de ese “severo” descenso cuando Facebook estaba captando inversionistas para su oferta pública de venta de acciones (OPV), con la que la firma recaudó al menos 16 mil millones de dólares, la tercera mayor salida a bolsa de una empresa estadounidense de la historia.
Pese a la demanda, las acciones de Facebook conseguían interrumpir las caídas de los dos últimos días. Ayer sus títulos cerraro con una ganancia de 3.19%.
La red social y los bancos colocadores redujeron sus previsiones de rendimiento de Facebook para el segundo trimestre y el conjunto del año, una información que no fue compartida con todos los inversionistas, sino que fue selectivamente desvelada a algunos de sus inversores preferidos, señala la demanda.
Los accionistas manifiestan en su acusación que los documentos que Facebook presentó para su OPV eran “incorrectos y engañosos, contenían declaraciones falsas de hechos materiales, omitían la situación de otros hechos”.
Afirman, además, que desde la salida a bolsa de la red social han perdido más de dos mil 500 millones de dólares.
La empresa que conecta a más de 900 millones de personas en todo el mundo realizó su esperado debut en Wall Street el 18 de mayo, y pese a la expectación que generó sus acciones tan solo se revalorizaron el 0.6 % en su primer día en bolsa, hasta quedar ligeramente por encima de los 38 dólares a los que había fijado su salida.
Las cosas fueron mucho peor esta semana, puesto que el lunes se dejó casi el 11% y el martes otro cerca de 9%, lo que los analistas achacaron a que la empresa sacó un excesivo número de acciones al mercado y el precio de las mismas -en la cota más alta del rango previsto- fue demasiado elevado.
También en estos días se ha cuestionado la capacidad de Facebook de rentabilizar esa red social que conecta a una octava parte de la población mundial, sobre todo debido a la migración hacia dispositivos móviles donde la disponibilidad para desplegar anuncios es mucho más limitada.
Tampoco ayudó que el fabricante de automóviles General Motors (GM) decidiera retirar sus anuncios en esa plataforma por “ineficacia”.
Además, la Comisión del Mercado de Valores de EU (SEC, por su sigla en inglés) informó el martes que va a revisar los problemas que retrasaron y complicaron la salida a bolsa el pasado viernes.
La presidenta de esa entidad reguladora, Mary Schapiro, reconoció ante el Congreso de EU que aunque “hay muchas razones para confiar en nuestros mercados y la integridad con la que operan, hay problemas que necesitan ser revisados con respecto a Faceboook”.
La SEC, con sede en Washington, no ha detallado cómo van a proceder con esa revisión, aunque a penas se detectaron esos problemas el pasado viernes indicó que iba a intentar determinar qué pasó y tomar medidas.
Nasdaq OMX ha prometido, por su parte, investigar los problemas de su sistema de ejecución de órdenes, y ha recordado que la salida de Facebook fue la mayor que jamás gestionó el índice en términos de volumen.