El Movimiento Migrante Mesoamericano denunció ayer que la situación ha empeorado en toda la región y que en México aumentan los secuestros de migrantes y de las agresiones a defensores de derechos humanos.

 

“La situación de México cada vez esta peor no hay visos de que vaya a mejorar”, denunció Martha Sánchez Soler, directora del Movimiento y coordinadora de la caravana de madres y padres que buscan en México a sus hijos desaparecidos.

 

En Centroamérica y en México “ha sido un año muy complicado, el ambiente en todos los países está todavía mas descompuesto que de costumbre”, comentó la directora.

 

Como ejemplo de la complicada situación regional resaltó la reacción de las madres hondureñas de la caravana frente a la crisis electoral que vive su país: “¡Uy, va a aumentar la migración”.

 

A la llegada de la caravana a Tequisquiapan, estado central de Querétaro, Sánchez detalló que en los estados mexicanos de Tabasco y Veracruz, en el sureste de México, “han repuntado los secuestros” de migrantes.

 

Denunció que en estados como Guanajuato y Queretaro, centro del país, “hay acoso contra defensores de parte de guardias blancas”.

 

La mayoría de migrantes que entran a México viaja del sureste hasta la frontera con Estados Unidos a bordo de la ruta del tren de carga que llaman “la bestia”, a lo largo de la cual grupos humanitarios les ofrecen comida y asistencia médica.

 

La violencia que prevalece en México ha obligado al movimiento y a su caravana a evitar viajar a estados como Tamaulipas y Coahuila, donde se han registrado altos índices de criminalidad, además de que son los de mayor actividad de grupos del narcotráfico.

 

“A estados del norte de México no vamos, a Tamaulipas y Coahuila, y no tanto porque sean mas inseguros que otros, porque Tabasco y Veracruz son inseguros, pero no hay control y nada garantiza la seguridad”, declaró Sánchez.

 

Relató que a lo largo de las 13 caravanas organizadas en estos años han sido localizados un total de 270 migrantes que estaban en condición de desaparecidos y este año prevén “reunir a 9 con sus familias”, alentó.

 

Rebeca Torres, de la Casa del Migrante en Tequisquipan, Querétaro, le dio la bienvenida a esta caravana formada por 45 madres de diversas nacionalidades, principalmente de los países que forman el llamado Triángulo Norte de Centroamérica, Honduras, Guatemala y El Salvador.

 

“Es muy importante la visita porque deja ver la exigencia de justicia que dejan las condiciones de violencia que tiene que atravesar México”, dijo Torres, cuya organización atiende una media de 800 migrantes cada mes.

 

El hondureño Carlos Alfredo Gómez Espino, se unió a esta caravana para buscar a su hijo Carlos Alfredo Gómez Moncada, de quien no sabe nada desde el pasado 21 de agosto cuando estaba en Piedras Negras, Coahuila, listo para cruzar a Estados Unidos.

 

“No he tenido ninguna respuesta por eso ando aquí en busca de mi hijo, es difícil venir y no encontrar respuesta; tiene cuatro meses desaparecido”, comentó.

 

Yajaira Calix Banegas busca a su hermano que salió de Honduras en 2014 y del no que no saben nada desde que estaba en Saltillo, Coahuila.

 

“En Honduras esta difícil, no hay trabajo, sufre crisis bien difícil”, agregó.

 

La caravana de madres migrantes continuará después de Querétaro, hacia San Luis Potosí, Jalisco, Michoacán, Ciudad de México, Veracruz y Tabasco, por donde saldrán del país.

 

Sánchez confirmó que en Veracruz, la caravana se encontrará con madres mexicanas que buscan fosas clandestinas y con autoridades a las que entregarán bases de ADN para que las integren a sus bases de datos, cuya existencia puso en duda la directora.

ot