Buenos Aires.- La ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, aseguró hoy que tras la detención en Alemania del ciudadano ruso Andréi Kovalchuk, presunto líder de la banda de narcotraficantes que operaba desde la embajada de Rusia en Buenos Aires, quedó “desarticulada” esta organización en el país.
“Desde el punto de vista tanto de la investigación abierta en Argentina y en Rusia es el dueño, el jefe de la organización criminal que trató sacar del país casi 400 kilos de cocaína a través de la embajada”, destacó Bullrich en declaraciones al canal Todo Noticias.
Asimismo, señaló que ahora se pedirá la extradición de quien hasta ahora era conocido como “el señor K” al país euroasiático, donde será juzgado.
La pasada semana, la ministra reveló que en un operativo organizado por ambos países, habían detenido a cinco integrantes -3 en Rusia y uno en Argentina- de esta banda, responsable del tráfico de 389 kilos de cocaína valorados en 50 millones de euros, a través de valijas diplomáticas que se escondieron en la embajada en la ciudad.
Este viernes, Bullrich apuntó que “evidentemente, había una red que estaba metida dentro de la embajada argentina”, por lo que, en su opinión, la Justicia rusa tendrá que investigar si también operaba en alguna de otro Estado, pero, en el país austral, en este momento, la banda “estaría desarticulada”.
Asimismo, rechazó que, como defendió Kovalchuk tras ser detenido, exista un “complot” por parte del Gobierno argentino contra él: “todos los narcos dicen lo mismo” pero “no sabemos quién es, solo conocemos sus actividades delictivas” y recordó que habían solicitado a Interpol su detención.
Por otro lado, la ministra apuntó que consideran que la cocaína pudo haber llegado desde Colombia y reveló que se está investigando la hipótesis de que también saliese de ese país en valija diplomática, un procedimiento que permite que las maletas no sean vigiladas por las autoridades aeroportuarias.
La investigación arrancó el 13 de diciembre de 2016, cuando el embajador ruso en el país, Viktor Koronelli, le trasladó a la ministra la “sospecha” que le había revelado un trabajador de la embajada de que en un anexo de esta había doce maletas diplomáticas que contenían droga.
En ese momento, las autoridades del ministerio y del servicio de seguridad federal ruso se dirigieron al juez Julián Ercolini, que les concedió la orden para que pudiesen entrar a la embajada a revisar las maletas.
La Gendarmería pudo comprobar con un “narcotest” que había 389 kilos de cocaína, valorados en 50 millones de euros.
Entonces, decidieron cambiar el contenido de las maletas por harina y comenzó una tarea de seguimiento por parte de un equipo conformado por integrantes del Ministerio de Seguridad argentino y el ruso, la embajada y el Servicio Federal de Inteligencia del país euroasiático.
Bullrich aseguró la pasada semana que hubo cuatro intentos para retirar los estupefacientes de Argentina y, finalmente, volaron el pasado 9 de diciembre en un avión del servicio federal de seguridad rusa.
En el aeropuerto de Moscú, la Policía detuvo a tres personas que fueron a buscar las maletas y una de ellas quedó libre.
Mientras, en Argentina, se extendió un poco más el proceso porque los dos integrantes de la banda estaban fuera del país y fueron arrestados el pasado miércoles.
Entre los detenidos se encuentran Iván Blizniouk, un policía de Buenos Aires de origen ruso y con nacionalidad argentina, y Ali Abyanov, un exfuncionario de la embajada que fue detenido en el país euroasiático tras regresar por haberse jubilado del cargo diplomático.
fahl