En la cafetería de La Terraza del Centro Cultural España no se puede fumar, lo que lamenta Mauricio Bares, director de la editorial Nitro/Press, quien regresa al mundo de los libros, las ferias, las entrevistas y las presentaciones de obras en este segundo aire que toma su proyecto.
La editorial comenzó en 1997 junto con un grupo de amigos que ahora ya no están pues cada uno ha tomado diferentes caminos, dice, con su voz medio rasposa como de cantante noctívago y su mirada afilada mientras busca algún cigarro que no puede encender. Nitro/Press permaneció muy activa hasta el 2003 donde se publicaron varias revistas, libros y video.
“Hay que darnos cuenta de que antes no era tan fácil encontrar a los escritores; ahora gracias a las redes sociales e internet en general uno puede conocer sin mayores complicaciones a gente que escribe y ponerse en contacto con ellos; es por eso que ahora nos hemos dado cuenta de que hay dos o tres generaciones que vienen trabajando muy fuerte y se puede trabajar con ellos”.
Considera que Twitter y Facebook terminaron por romperle la madre a los blogs de escritores; antes tenías más oportunidad de leer cuatro o cinco textos de un autor, pero ahora ellos se han vuelto locos también por el frenesí de la publicación y ya las bitácoras no se actualizan tanto. es tan así que luego publicas post escritos hace años.
-¿Y qué hiciste de 2003 a la fecha?
-Estuvimos un rato en standbye porque quería tener un espacio para escribir y logré dos libros: “Posthumano”, finalista en España en Anagrama en 2005 y “Ya no quiero ser mexicano”. También me he dedicado de lleno a trabajar en los textos, a dar talleres, lo cual ha sido muy gratificante pues he conocido a mucha gente a la que ahora publico.
-¿Cuál es el perfil de Nitro/Press?
-Estamos retomando ideas editoriales con las que crecimos y que son la posibilidad de tener un libro de entrevistas ¿pues dónde han quedado? Hay que resurgir las antologías, el cuento. Y es que ahora las grandes editoriales se encuentran absorbidas por los consorcios que sólo buscan las ventas y no tanto la calidad. Mira es muy sencillo notarlo en las llamadas mesas de novedades donde ves que todos los libros son iguales, que tienen los mismos temas y que los consorcios piensan igual y se proyecta enseguida; la frescura de las novedades se ha perdido.
-¿Cómo vive una editorial pequeña?
-Mira, estamos luchando todos el tiempo pero sí se puede. Vamos a las ferias de libros y también distribuimos nuestros productos a través de internet y no nos va tan mal a pesar de que en el país la gente no está acostumbrada a depositar dinero para que después le llegue el libro. Así que se puede cuando muestras calidad, obras diferentes, nuevos escritores, diseños nuevos, buen trabajo editorial.