Ya llegó noviembre. El 2011 se me fue como agua entre las manos. Siento que tengo que apretar el paso y sacar todos los pendientes, porque al llegar diciembre oficialmente ya todos están cerrando el año. Entre brindis, cenas con amigos y presentaciones de clientes, aunado al trabajo, me canso. Pienso en el tráfico de fin de año, donde un claxonazo de un conductor histérico seguramente sucederá, entre otras cosas en mi querida ciudad. ¿Será que tengo que adelantar las vacaciones de fin de año y así evitar su histeria?
Sería ideal, aunque también entiendo que es imposible. He tomado la decisión de comenzar estos días del conteo final con una nueva actitud. ¿Que pasaría si en lugar de estresarme, decido pasármela con calma?
Cuando pienso en calma, lo primero que viene a mi mente es un spa. He tenido experiencias memorables y otras que se quedan en mi memoria por lo cómicas que resultaron. Por ejemplo cuando en un crucero por el Caribe con Royal Caribbean, mi masajista se quedó con su mano sobre mi espalda respirando rítmicamente. Después de 5 minutos (que fueron eternos), sin que pasara nada y que constaté que no era parte del tratamiento, caí en cuenta de que su respiración rítmica se debía a que se había quedado dormida. Le pregunté y casi le doy un infarto porque hasta brincó y gritó del susto.
Otra experiencia que no era lo que esperaba fue en el Moevenpick Resort Spa Dead Sea, en Mar Muerto en Jordania. Opté por darme un “body wrap” con lodo del Mar Muerto, el cual decían limpiaba y estimulaba la piel, mejoraba la circulación y los dolores reumáticos.
Lo único que me dolió fue el codo, cuando rápidamente me embarraron el lodo y me dejaron envuelta en película de plástico y después me apresuraron a que yo removiera en una regadera helada el lodo como pudiera, porque ya tenían a otra víctima.
También en México las experiencias han sido diferentes a lo anticipado. Hubo una época en que me escapaba al Hotel Misión del Sol en Cuernavaca. Ahí me inicié en el arte del temascal. Un baño con vapor de agua y hierbas aromáticas, donde se introducen piedras previamente calentadas al rojo vivo y se le va arrojando el agua para generar vapor. Es todo un ritual en una estructura que representa el vientre de la madre tierra y todo gira en torno al renacer.
Después de haber pasado por las cuatro puertas en la que sané el cuerpo físico, emocional, mental y espiritual, decidí tirarme en la alberca y continuar mi proceso de relajación. Cual sería mi sorpresa, que al poco rato de estarme relajando, llegó un grupo de personas a darse un chapuzón.
Después, uno de ellos regresó con cervezas compradas de la tiendita de la vuelta. En minutos el ambiente de relajación se había convertido a pleno “spring break” en Cancún, con todo y música, que traía uno de ellos. Al comentarle al gerente lo que estaba sucediendo, me indicó que ellos venían en retiro de una oficina y que no podía hacer nada. Fue la última vez que fui visité este lugar.
Sin pensarlo dos veces tendría que decir que una experiencia definitoria de lo que es un buen spa, fue hace más de 13 años cuando viaje a Bangkok. Me hospedé en el Mandarin Oriental, ubicado a la orilla del río Chao Phraya. Del cual hemos oído recientemente, dadas la terribles inundaciones que han sufrido dicha ciudad.
La experiencia comenzó cruzando al otro lado del río en una pequeña barca de madera al spa. Ahí, me asignaron una villa privada con una zona para masaje, un gran jacuzzi, regadera, sauna y vapor. Utilicé cada uno de los espacios, tras seguir la instrucción de mi masajista. El masaje fue memorable. Las manos expertas de la masajista me estiraron y masajearon, hasta casi levitar.
Esa experiencia me hizo adicta a los spas, buscando replicar esta maravillosa sensación. Sin duda las buenas experiencias son las más. Pero, siempre sigo buscando ese placer que me provocó la visita al spa del Mandarin Oriental de Bangkok.
No hay que ir tan lejos para tener una experiencia memorable. En México contamos con instalaciones de primer nivel en cuanto a spas. En el Fairmont del Acapulco Princess, uno puede visitar el Willow Stream Spa. Las instalaciones son impresionantes y la selección de tratamientos es interminable.
En el Mandarin Oriental de la Riviera Maya uno puede pasar todo el día en el spa, asoleándose en su alberca privada o recibiendo un masaje con la alberca de olas y después aplicando hielo en toda la piel para mejorar la circulación. En el hotel Four Seasons Punta Mita, también cuentan con una alberca privada y una zona muy bien montada de spa.
Mientras pienso en experiencias memorables en spas, más me doy cuenta de que más allá de las instalaciones, lo más importante es el factor humano. Al final del día, el spa puede estar espectacular, pero son los terapeutas los que para mí hacen toda la diferencia. Cuando te sientes revitalizado después de que has contado con la ayuda de un especialista en batallas contra el stress y que te han liberado de las huellas de tensión muscular, es cuando sabes que has tenido una buena experiencia en el spa.
Son pocas las veces que uno va más allá de un masaje agradable. En mi mente recuerdo el masaje que me dí en Etiopía en el Kuriftu Resort and Spa en el Lago Tana. El spa era de lo más rústico. Las manos expertas de Debre, la masajista originaria de Bahir Dar fueron una bendición después de un lago viaje combinado con el jet lag. En Xcalak, un pequeño pueblo pesquero donde uno básicamente va a bucear, me encontré con una norteamericana Brittany, certificada en Estados Unidos, que trabajó cada uno de mis músculos como si fueran de hule y me dejó totalmente renovada.
Eso es también lo que me pasa cuando voy a Banyan Tree Acapulco. Me he vuelto una huésped recurrente del lugar. Uno por sus hermosas habitaciones ubicadas sobre un escarpado risco con espectaculares vistas, pero aún más por el spa. Recientemente en el spa, después de 13 años de estar buscando esa experiencia memorable, la pude replicar. Entre los aromas del sándalo, lavanda, eucalipto, y aceite de sésamo, me dejé consentir.
Tomé un vapor, recibí un masaje delicioso con aceite caliente y después dejé que cubrieran mi cuerpo con un exfoliante. Las manos de Tuk se sentían como si fueran 4 manos en mi espalda. Cada músculo contracturado poco a poco iba cediendo bajo la presión de su palma. En esta pequeña habitación que consistía de un jacuzzi, una regadera con vapor, una zona de descanso con unas confortables sillas y claro la silla del masaje, era lo único que necesitaba.
Como siempre al final, la gente, el factor humano, es lo que hace toda la diferencia. ¿De qué sirve un Ferrari, si el conductor no sabe conducir? Así es cómo explico mi experiencia en el Spa: una terapeuta que sabe lo que hace, al final del día es lo único que necesitas.
Así que si tu también quieres pasártela con calma en estos días caóticos que se avecinan: toma aire, respira, pero sobre todo encuentra el tiempo para escaparte con tu masajista favorito para consentirte. No necesitas ir a un spa carísimo, sino darte el tiempo para escaparte y renovarte.
Espero que tengas un maravilloso domingo y recuerda, ¡hay que buscar el sabor de la vida!
METER COMO ENTRESACADOS, EN FORMATO DE REGISTRO, A LO LARGO DE LA PLANA
¿Qué está pasando en el mundo? A partir del 8 de noviembre en el Museo del Prado en Madrid abrirá al público la fabulosa exposición ‘El Hermitage en el Prado’, que mostrará a través de ciento veinte obras la gran variedad y riqueza de las colecciones del museo ruso -desde el siglo V a.C. hasta el siglo XX, pasando por sobresalientes piezas de arqueología, artes decorativas y los magníficos fondos de pintura, escultura y dibujo- que hacen de él uno de los primeros centros de arte del mundo. Museo del Prado, Madrid. 8 de noviembre de 2011 – 25 de marzo de 2012
Apps que tienes que conocer. Nombre: BerrySki. Tipo de App: Para los esquiadores que tengan ya sea Blackberry o iPhone nunca más tendrán que cargar un mapa o preguntarse dónde están en la montaña. Con la ayuda del GPS uno puede conocer su ubicación exacta, rutas, pero además el recorrido que realizó, así como estadísticas diarias, incluyendo velocidad promedio y pistas recorridas. Dónde consigue: www.berryski.com Costo: Varía dependiendo de los mapas que se deseen.
¿Qué no te puedes perder? En Tlaxcala el 25 de noviembre, dentro del marco de la Feria de Tlaxcala, en el Estadio Tlahuicole, se presentará Plácido Domingo en un magno concierto cantando géneros operísticos, de zarzuela, música popular y también ranchero.
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