Neumünster.- El tiempo que la Fiscalía alemana se está tomando para estudiar la euroorden española contra el ex presidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont va a suponer que el líder soberanista continúe en prisión por lo menos hasta la semana que viene.
Pese a ello, Puigdemont, procesado por la Justicia española de los cargos de rebelión y malversación de fondos públicos, se mantiene con buen humor y ya está integrado en las rutinas de la prisión de Neumünster, según varias personas que han hablado con él en las últimas horas.
Mientras, en los exteriores del centro penitenciario -hoy nevado- ha caído drásticamente el número de periodistas y simpatizantes.
Hasta “principios de la próxima semana” la Fiscalía General de Schleswig-Holstein no habrá terminado de revisar el caso y no podrá posicionarse a favor o en contra de la ejecución de la extradición de Puigdemont ante la Audiencia Territorial de Schleswig, explicó en declaraciones a Efe el vicefiscal general, Ralph Döpper.
Según explicó, su departamento está trabajando de forma “intensa” y “profunda” en la Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE, euroorden) dictada por el juez Pablo Llarena del Tribunal Supremo español contra Puigdemont, y analizándola con “calma”.
Como mañana y el lunes son festivo en Alemania con motivo de la Semana Santa, se descarta que la decisión de la Fiscalía llegue en esas jornadas, aunque seguirán trabajando.
Sólo cuando ese organismo presente su escrito ante la Audiencia Territorial, encargada de resolver el caso, podría haber una posibilidad jurídica de que cambiase la situación de Puigdemont y de que pasase a libertad vigilada.
El abogado alemán de Puigdemont, Wolfgang Schomburg, experto en derecho penal internacional y ex juez del Tribunal Supremo, pidió hoy su pronta puesta en libertad tras visitarlo en prisión.
“Confío primero en la independencia de los jueces y, en segundo lugar, en el Gobierno alemán”, manifestó Schomburg que, como apuntó este miércoles, cree que en este caso es “necesaria” la autorización política de la extradición y, dada su relevancia, la indicada sería la ministra de Justicia, la socialdemócrata Katarina Barley.
“Estoy bastante seguro de que tan pronto como sea posible estará libre. Y espero que sea gracias al Gobierno alemán”, añadió sin querer especular sobre fechas.
Schomburg, que se plantea recurrir ante el Tribunal Constitucional alemán si no se pone en libertad a su defendido, destacó también el “fantástico” humor de Puigdemont.
En la misma línea, la directora de la cárcel de Neumünster, Yvonne Radetzki explicó en una entrevista por escrito con Efe que el político se ha integrado “sin problemas” en el centro por “su forma de ser tranquila y agradable”.
“Tiene buena salud y participa en la rutina diaria del centro. No quiere ningún estatus especial, sino ser tratado con total normalidad”, apuntó.
La prisión ha registrado una actividad inusual en los últimos días -con decenas de periodistas y grupos de manifestantes a sus puertas-, pero la situación está bajo control, aseguró Radetzki.
Entre los cambios más evidentes destaca el volumen de correspondencia diaria que recibe la prisión, explicó a Efe la cartera que acude a diario en bicicleta a traer las cartas para los presos.
“Hay tantas que yo no podía traerlas. (Funcionarios de prisiones) van directamente a la oficina de Correos a recogerlas cada día”, indicó.
Según una encuesta publicada hoy, el 51 % de los alemanes está en contra de la extradición de Puigdemont a España, frente al 35 % la apoya y el 14 % que reconoce que no tiene una opinión formada al respecto.
El sondeo, encargado por el diario “Die Welt”, evidencia que quienes más en contra están de la extradición son los votantes de La Izquierda y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
Puigdemont fue detenido el domingo por la mañana en el norte de Alemania, poco después de cruzar en coche la frontera con Dinamarca, cuando trataba de regresar de Finlandia a Bélgica, adonde se fugó hace cinco meses para eludir a la justicia española.
Un día después de su arresto, un juzgado de primera instancia decidió mantenerle en prisión mientras se estudiaba la euroorden, poniendo en marcha la maquinaria judicial para su extradición.
fahl