A partir de esta semana, tanto en Estados Unidos como en México se estarán dando a conocer reportes corporativos al cierre del primer trimestre del año.

Diversos datos en Estados Unidos desde la revisión al alza del PIB al cuarto trimestre a 2.9% anual, apoya un escenario favorable. Algunos indicadores como la producción industrial y las ventas minoristas recuperaron niveles de crecimiento. Asimismo, indicadores de manufactura y servicios han moderado un poco su ritmo de alza, aunque dentro de la zona de expansión favorable.

Los niveles de inflación que rondan poco más de 2.2% anual al consumidor y 3.0% anual al productor junto con una creación promedio en los primeros tres meses de 202 mil plazas, seguirán llevando a la Fed a ir normalizando su política monetaria en junio.

Existe una clara preocupación por la aceleración en el déficit público en que está incurriendo el Gobierno americano ante los ajustes a la baja en los impuestos.

Además, el riesgo del proteccionismo comercial en que está incurriendo la administración de Trump podrá llevar en el mediano plazo a frenar el crecimiento y con el riesgo de aumentar la presión sobre precios y productos.
Llevado esto al resultado de las empresas, se tiene un estimado de crecimiento en el nivel de utilidades de las empresas que conforman el S&P500 de 17% y podría ser el mejor trimestre desde 2011.

Este viernes se tendrán reportes de bancos como Citigroup, JPMorgan y Wells Fargo, en donde se esperan expansiones importantes en utilidades, especialmente en JPMorgan y en menor medida en Citigroup.

En el caso de México, hemos visto que la economía viene transitando con un crecimiento moderado, en donde el sector externo sigue siendo un buen motor de la economía. Inclusive, el superávit con la Unión Americana creció 9% en el primer bimestre del año. El intercambio comercial con Estados Unidos representa cerca de 74% del intercambio total y sigue siendo relevante.

Por ello, el TLCAN tiene mucha incidencia en nuestro tipo de cambio. Hoy, el secretario de Economía estima que siguen en una fase intensa de negociación y que en mayo podría haber anuncio, por lo que se reduce la expectativa de hacerlo en esta Cumbre de las Américas, en Perú, los próximos 13 y 14. En la parte interna, el crecimiento es modesto. La inversión y el consumo lo limitan.

Sin duda, habrá un crecimiento en la utilidad neta luego de que el promedio del tipo de cambio se apreció 1.8% al cierre de marzo vs. marzo 2017, y recuperó 6.5% contra el cuarto trimestre de 2017. Sin embargo, el crecimiento en ventas y flujo operativo (EBITDA) será moderado con menor intensidad al del primer trimestre de 2017, cuando aumentaron entre 15 y 20% estos indicadores.

Los mercados atraviesan por movimientos de mayor volatilidad y los reportes corporativos en Estados Unidos podrían ayudar un poco, pero sólo un poco. Los rendimientos en lo que va del año del Dow Jones ascienden a -1.2%, el Nasdaq del +2.8, del S&P500 del -0.6%, mientras que en México, la bolsa registra -2.03% nominal y de 5.3% en términos de dólares apoyado por la estabilidad del tipo de cambio hasta el momento.

A pesar de una buena expectativa en los reportes, ¿estarán descontando algo a futuro?

 

 

JNO