El ombudsman nacional Luis Raúl González Pérez sostuvo que los ejercicios democráticos “deben ser ocasión para encontrar vías de salida a los problemas que enfrentamos, no rutas rumbo a callejones sin salida de violencia, intolerancia y división”.
El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) presentó su Informe de Actividades 2017 ante el Pleno de la Corte y demandó que las fuerzas políticas eleven el nivel de la discusión y que “todos los sectores sociales y todas las personas tengamos altura de miras para ver propuestas de debates en que se confronten ideas, no personas”.
En la sesión solemne celebrada en las instalaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el titular de la CNDH resaltó que México no puede sucumbir en la coyuntura de ningún proceso electoral, mucho menos sumirse en la contemplación pasiva de la violencia y la impunidad.
Se pronunció en favor de un proceso electoral que permita dar cauce a las instituciones democráticas, al cumplimiento de la ley, para que “los mexicanos tengamos claras las plataformas electorales desde una perspectiva ajena a la polarización”.
González Pérez llamó a las autoridades a respetar la institucionalidad democrática mediante el impulso del reconocimiento de la ley y del reconocimiento, respeto y defensa de los derechos humanos.
“Sólo las normas y las instituciones que las materializan pueden rescatar y fortalecer la legalidad y el respeto de la dignidad de las personas ante cualquier entorno que las amenace”, subrayó.
Aseguró que “la construcción del desarrollo y el bien común al que aspiramos no se logrará fomentando el odio, la intolerancia o la exclusión”.
Añadió que inseguridad, violencia, corrupción e impunidad se han extendido como plagas en casi todos los ámbitos de la vida nacional, lo que ha generado un entorno en el que “los mexicanos hemos tenido que empezar a asumir como parte de nuestra normalidad”.
Subrayó que es preocupante que “normalicemos el horror”, reflejo de una descomposición institucional y social, donde la gravedad y extensión de los problemas que se enfrentan incide en que se tenga un Estado de derecho débil.
Puntualizó que en este entorno tan complejo, durante 2017, un total de 218 mil 695 personas recurrieron al organismo nacional para buscar apoyo, atención o asesoría, al considerarla una vía real de acceso a la justicia frente a la arbitrariedad y en contra de la impunidad.
Explicó que de los 38 mil 722 escritos de queja recibidos en 2017 se abrieron 25 mil 959 nuevos expedientes, de los que nueve mil 331 correspondieron a quejas propiamente dichas, ocho mil 319 a orientaciones directas, siete mil 682 remisiones y 627 inconformidades, y se concluyeron 26 mil 210.
Precisó que, en el periodo del informe, la CNDH emitió 97 instrumentos recomendatorios, que comprendieron 81 recomendaciones ordinarias, cinco por violaciones graves, ocho del Mecanismo de Prevención de la Tortura y tres recomendaciones generales.
Consideró que México cuenta con un sistema democrático y legal donde importan instituciones, las leyes, la autonomía e independencia de los distintos poderes y órganos constitucionales.
Destacó que todo ello debe mantener su vigencia con independencia de las personas o grupos que se vean favorecidos por el voto mayoritario de la población en las elecciones.
NCG