Ayer José Antonio Meade hizo tres propuestas en materia educativa que deberían importar a la mayoría de los mexicanos con hijos en edad escolar:
Deducibilidad de las colegiaturas que se pagan en educación superior, pasar de 25 mil a 100 mil escuelas de tiempo completo e igualmente pasar de 25 mil a 100 mil escuelas con presupuesto propio sin cuotas de los padres de familia.
Son demandas añejas que por fin retoma un candidato presidencial.
Y sin embargo…
La nota de Meade no fue ésa, sino el hecho de reconocer que no recordaba el título de un libro que había escrito y que se presentaría la próxima semana.
El video de la desafortunada declaración se viralizó y en Twitter fue tendencia durante todo el día con el hashtag #TítulosparaellibrodeMeade.
Los malquerientes del candidato priista demostraron que son unas fieras a la hora de descalificar al enemigo, en tanto que los simpatizantes de Meade se quedaron paralizados.
La tendencia de ayer es la tendencia que ha seguido toda la campaña.
Sin duda, la preparación y el ejercicio del poder que ha detentado Meade en las cinco ocasiones en las que ha sido miembro del Gabinete presidencial lo ubican como el candidato más conocedor no sólo de la administración pública federal, sino del país mismo.
Pero parece que sigue solo, que los priistas, pese al encuentro del domingo, siguen sin hacerse presentes y no lo arropan.
Lo de ayer fue un aquelarre contra Meade en las redes; ¿dónde están los supuestos expertos en redes sociales que participan en su campaña?
****
En Guerrero está claro que no hay gobierno.
El estado sigue siendo el que más homicidios registra, incluso por encima de Veracruz, que se cuece aparte.
Ayer fue asesinado el candidato del PRI a una diputación local, Abel Montúfar, alcalde con licencia del municipio de Coyuca de Catalán, pese a haber denunciado meses atrás que la delincuencia organizada lo había amenazado de muerte.
Montúfar es hermano del delegado de la Secretaría de Gobernación en la entidad y otro de sus hermanos había sido jefe de la Policía en Chilpancingo.
Luego del reporte del asesinato, la escena del crimen se llenó de policías estatales y municipales y de militares.
Demasiado tarde, como suele suceder.
¿Y el gobernador Héctor Astudillo? Ni la cara dio.
****
Fiel a su personalidad, Andrés Manuel López Obrador volvió a cambiar de parecer respecto a la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.
Según el tabasqueño –que, ojo, todavía no gana las elecciones-, estaría dispuesto a “hacer licitaciones’’ para concesionar el nuevo aeropuerto, “siempre y cuando sólo se construya con dinero de la iniciativa privada’’, ni un peso del gobierno.
Magnánimo como es, prometió que si los empresarios acceden, dejaría de estar presionando con la idea de edificar un nuevo aeropuerto en la Base Militar de Santa Lucía.
Como si un aeropuerto no fuera un asunto de seguridad nacional, un asunto de Estado.
****
Miguel Ángel Mancera reapareció ayer públicamente, después de semanas de mantener un bajo perfil.
Lo hizo en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación durante una audiencia para defender su candidatura a una senaduría propuesta por el PAN.
Mancera fue a defenderse cuando, luego de haber declinado sus aspiraciones presidenciales a favor de Ricardo Anaya, una senaduría resultaba ser un premio de consolación, mínimo.
Cosas de la política.