Luego de la renuncia de Margarita Zavala a su candidatura presidencial, la pregunta que circuló en todos los comederos políticos fue quién será el beneficiario de esa decisión.

Unos apuestan que en cuestión de días Zavala hará un pronunciamiento a favor de José Antonio Meade, con quien hay cierta identificación ideológica, pero que representa todo lo que la michoacana condenaba.

La mayoría cree que el gran beneficiario será Ricardo Anaya, debido a que buena parte de los simpatizantes de la hoy ex candidata presidencial son panistas, aunque no anayistas.

El asunto es que muchos creen que el porcentaje de intención del voto que tenía Margarita –que desde semanas atrás venía cayendo consistentemente-, entre 3 y 5%, dependiendo de la encuesta, sería un empujón extra ya sea para Anaya o Meade, si la señora se manifestara a favor de cualquiera de ellos.

Pero ese porcentaje de eventuales votantes no es una herencia que se transmita a una orden o por decreto.

Tanto Anaya como Meade deberán trabajar horas extra para convencer a los seguidores de la ex primera dama de votar por ellos; seguramente algún porcentaje, mínimo, migrará a Morena, a pesar de que este partido y su candidato representan lo opuesto a los valores de Zavala.

El porqué de la renuncia está claro: simplemente su candidatura no levantó; generó expectativas, efectivamente, pero la caída consistente en las encuestas y el factor Calderón del que nunca pudo desligarse terminaron por afectar su imagen.

El meme suyo el domingo pasado cuando se fotografió con 24 seguidores después de un evento en la delegación Iztapalapa fue demoledor.

Seguramente después de platicarlo con sus asesores, incluido su esposo, se dio cuenta que estaba por demás seguir en una carrera cuyo destino era el olvido.

Lástima, Margarita.

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Una encuesta que circula en círculos periodísticos pone a Morena en la delantera en la carrera por las alcaldías en la Ciudad de México.

Con excepción de Cuajimalpa, que lidera el PRI, y Benito Juárez, en la que aventaja el PAN, en el resto de las delegaciones el partido de López Obrador lleva ventaja.

En algunas alcaldías la ventaja es mínima, pero al fin es ventaja.

Pero en otras, como en el caso de Cuauhtémoc, la ventaja es casi de 20 puntos entre el candidato de Morena y el del Frente.

No se conoce una encuesta sobre preferencias para el primer Congreso de la CDMX, que sustituirá a la ALDF, pero si la tendencia de la encuesta arriba citada se mantiene, seguramente irá por la misma línea.

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A los amigos de Oaxaca, Michoacán, Guerrero y otros estados que han padecido las protestas de la CNTE, vayan tomando su precauciones.

Sucede que la disidencia magisterial decidió realizar una “huelga nacional’’, que estallará entre el 28 de mayo y el 4 de junio, nomás que se pongan de acuerdo los líderes.

Será, dicen, una “jornada político-cultural’’ para aprovechar la coyuntura electoral.

O sea, para ver qué sacan.

Y, a menos que el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, muestre sus buenos oficios como negociador, el asunto puede empañar el proceso electoral.

¿Le conviene al puntero en las encuestas que sus aliados se sobresalten?