WASHINGTON.- El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró hoy que no está “satisfecho” con las conversaciones mantenidas con China, pese a que este fin de semana se anunció un acuerdo marco para rebajar las tensiones comerciales con el gigante asiático.
“China ha hecho una fortuna (…) No estoy satisfecho pero tenemos un largo camino por delante”, afirmó Trump en declaraciones al recibir al presidente surcoreano, Moon Jae-in, en la Casa Blanca.
El mandatario precisó, no obstante, que dichas conversaciones “son un inicio”, después de la visita a Washington de una delegación china, encabezada por el Liu He, principal asesor económico del presidente Xi Jinping.
“Quiero que sea un gran acuerdo para EE.UU. y que sea un buen acuerdo para China también. Puede que no sea posible”, agregó, al insistir en que el abultado déficit comercial con Pekín de 500.000 millones de dólares anuales es la prueba de que el comercio es injusto y desventajoso para Washington.
Este fin de semana, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, anunció que se estaba “poniendo en suspenso la guerra comercial” con China, tras culminar varias reuniones con Liu.
Mnuchin concretó que la suspensión se refería a los aranceles por 150.000 millones de dólares a cientos de productos chinos que el presidente Trump había amenazado con imponer por temas de propiedad intelectual y para forzar a Pekín a equilibrar la balanza comercial bilateral.
China, por su parte, accedió a aumentar “significativamente” sus compras de bienes y servicios de Estados Unidos, y hoy anunció la reducción de los aranceles que impone a las importaciones de automóviles y componentes de automóviles.
Por otro lado, Trump rechazó las informaciones acerca de un inminente acuerdo con China para zanjar la disputa sobre el gigante chino de comunicaciones ZTE, otro de los elementos de fricción bilateral.
“No hay acuerdo. Veremos qué ocurre”, indicó Trump al comentar la posibilidad de que se levantara la prohibición de negocios de la compañía ZTE en EU ordenada en abril por su Gobierno.
A cambio, ZTE se comprometería a introducir cambios en su gestión, relevar a parte de su directiva y posiblemente pagar multas.
Trump insistió en que la compañía china había hecho “cosas malas” en el pasado, a la vez que señaló que compraba “muchos componentes” para sus productos de empresas estadounidenses, sin ofrecer más detalles.
El Departamento de Comercio prohibió a todas las compañías estadounidenses vender componentes a ZTE hasta 2025, alegando que la compañía chinahabía incumplido el acuerdo compensatorio alcanzado el año pasado cuando se descubrió que había exportado a Irán y Corea del Norte.