Concluyó mayo con resultados negativos en los mercados financieros en México, tanto el cambiario como el accionario, que al final son un reflejo de las condiciones actuales y futuras de la economía “rematando” con el anuncio de la imposición de aranceles de 25% en el acero y 10% en el aluminio. El peso mexicano perdió 6.7%, y de esta forma en el año acumula una depreciación de 1.5% al situarse en 19.95 en la parte interbancaria. En cuanto al mercado accionario, tan sólo en mayo perdió 7.6% y en el año acumula una pérdida de 9.5% al ubicarse en 44 mil 662 puntos.
Eventos internos y externos han influido en el movimiento de dichos mercados. En la parte externa, el riesgo de movimientos de alza en la tasa de interés por parte de la Fed con efectos de un fortalecimiento del dólar a nivel global, los aumentos de aranceles al acero y aluminio de 25% y 10%, respectivamente, la posible afectación de 25% a las importaciones de autos en Estados Unidos y en general el proteccionismo comercial que afecta el nivel de confianza de inversionistas.
En la parte interna, la negociación del TLCAN -en el que se sobrepasó ya las fechas prioritarias para Estados Unidos- mantiene incertidumbre sobre las acciones que pueda generar el gobierno del presidente Donald Trump, y en especial porque se acercan los tiempos políticos también en la Unión Americana, y ante el riesgo de perder escaños en el Congreso y algunas gubernaturas, seguramente su tono será más “rudo y radical” de aquí a noviembre próximo.
También el proceso electoral, en el que pasa el tiempo y el riesgo de un cambio de modelo económico aumenta, con lo que deja en duda a muchos inversionistas que prefieren demandar dólares, mantener inversiones a corto plazo en deuda (prácticamente líquida) que te paga 7.5% anual y evitar los activos en riesgo como las acciones.
Como se puede apreciar, tanto en la gráfica del tipo de cambio como de la Bolsa en años electorales y con base 100, el movimiento de mayo normalmente es “errático”. En junio, el momento de las encuestas tiene un efecto de mayor o menor sensibilidad para nuestra moneda, y en algunos casos el mercado accionario tiende a recuperar un poco de terreno. Es posible que el movimiento de 2006 sea más representativo para este momento.
¡De que el proceso electoral tiene un efecto en los mercados, sin duda así es!