La destrucción de recursos naturales en el país y el incesante tráfico de especies demuestran que en materia ambiental hemos ganado batallas, pero la guerra se está perdiendo y esto representa un severo problema que amenaza a la humanidad, advirtió Gerardo Ceballos González, investigador del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autonóma de México (UNAM).
En una entrevista con 24 HORAS, el también miembro de la Academia Mexicana de las Ciencias, de la Asociación Americana de Ecología y de la Asociación Mexicana de Mastozoología, alertó que el arrasamiento del hábitat, la contaminación, el cambio climático y la sobreexplotación de las especies elevan de manera peligrosa la extinción de la fauna y la pérdida acelerada de la flora.
“A qué nos estamos enfrentando que en los próximos años nos estaremos privando de los vitales beneficios de la biodiversidad. Esto no sólo ocurre en México, está pasando a nivel global y en algunos países a tasas más elevadas de destrucción de hábitats, por eso estamos enfrentando en el mundo severas sequías con temperaturas altas y con niveles récord”, expuso el científico.
¿La actividad humana está impactando a la biodiversidad?
–En los últimos años un grupo de científicos hemos realizado diversos análisis y estudios, y lo que ahora podemos concluir es que hemos entrado a la sexta extinción masiva en el orbe. Recordemos que hace 65 millones de años desapareció cerca de 75% de las especies, con los dinosaurios, y antes de ésta se registraron otras cuatro, todas causadas por fenómenos naturales como lo fue por impactos de meteoritos; pero ahora es el humano, que en un lapso de 100 años está acelerando la destrucción de la biodiversidad. Lo que antes se extinguía en casi 10 mil años, hoy es en casi un siglo. Debemos decirlo con toda claridad: la sexta extinción masiva es 10 veces más veloz que las anteriores, en esto no hay duda.
¿Tienen pruebas sólidas de la extinción masiva?
–La comunidad científica ha difundido que desde el año 1500 existen pruebas de la desaparición de 617 especies de vertebrados; están extintos del planeta. Lo más grave es que la mayoría se han perdido en un siglo. Hoy tenemos alrededor de 279 especies que sólo se conservan en los zoológicos.
En el caso de México, el crecimiento de la población ha sido por años sin planeación urbana integral, ¿es otro indicador de impacto ambiental?
–La población mantiene su crecimiento y, en muchos de los casos, lo hace en zonas naturales y hay daños a la superficie. Veamos el caso de la Ciudad de México, por años la gente ha estado invadiendo el suelo de conservación; arrasan con la superficie forestal en el cerro del Ajusco, Los Dinamos o las sierras de Santa Catarina o Guadalupe, y con esto se destruye el hábitat.
Este 5 de junio se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente, ¿sirve para crear conciencia ecológica?
–Sí ayuda a seguir creando conciencia entre la sociedad, pues se dimensionan los problemas ambientales y las potenciales alternativas para trascender los asuntos que tanto afectan a la biodiversidad, y esta fecha nos empuja a continuar reforzando las agendas públicas para atacar temas como la contaminación del suelo y agua por desechos plásticos.
En el caso de México, ¿cuál es el reto ambiental?
–Cero deforestación en bosques y parques, combatir la erosión y recuperar suelos naturales. Apoyar a los dueños de la tierra con incentivos fiscales para que no cambien los usos de suelo. Además, atacar a fondo a las mafias de taladores clandestinos y diseñar una legislación más severa para castigar a quien haga daño a los recursos naturales.
¿Se deben crear más Áreas Naturales Protegidas en el país?
–La defensa de los ecosistemas debe venir acompañada de una agenda de políticas públicas enfocadas a decretar más superficies protegidas y más zonas de salvaguarda, y hay que destacar que durante el gobierno de Enrique Peña Nieto se han decretado más reservas que en otros sexenios. Por ejemplo, la Reserva de la Biosfera del Caribe Mexicano, Islas del Pacífico, la Sierra de Tamaulipas, Pacífico Mexicano Profundo y el Parque Nacional Revillagigedo, entre otras. Con Peña llegamos a más de 65 millones de hectáreas protegidas, las cuales, en total, ahora suman cerca de 95 millones de hectáreas. Por eso es importante decir que estamos ganando batallas, pero no la guerra, aún nos falta mucho por hacer como nación.
¿Estas acciones han permitido restaurar zonas naturales y evitar extinción de especies?
–Aprovecho para subrayar que cada Área Natural Protegida (ANP) permite defender la biodiversidad y proteger a especies en peligro de extinción. Tenemos ejemplos de rehabilitación exitosa de hábitats para regresar a la vida silvestre al águila dorada, lobo mexicano, tortugas marinas, el oso negro, el cóndor, proteger al jaguar y a la vaquita marina. También nos permite luchar contra las mafias que pescan a la totoaba; existe a la fecha una pesca devastadora que pone en peligro de extinción a esta especie acuática. Esta especie ha disminuido 95% desde la década de los 40 del siglo pasado, cuando se empezó a pescar. Por eso desde 1993 se decretó la veda total de pesca de la totoaba.
¿También faltan planes de ordenamiento territorial?
–Por supuesto, las ANP corresponden a zonas marinas y terrestres, y también es importante decir que, en paralelo, se debe seguir impulsando una política de ordenamiento territorial que permita generar más reservas ecológicas para conservar a las especies. Este tipo de ordenamientos será el reto para los próximos gobiernos, pues la población sigue creciendo, impactando zonas naturales con invasiones y arrasamiento de la masa forestal.
En resumen, ¿el desarrollo social debe siempre venir en paralelo con el cuidado a la biodiversidad?
–Si queremos garantizar un bienestar a las futuras generaciones, la biodiversidad y el desarrollo deben ir de la mano, de lo contrario vamos a la catástrofe ambiental. Se necesita ganar esta guerra, y cada triunfo en las batallas es un aliciente para seguir adelante. Falta mucho por hacer por el ambiente.
Debemos decirlo con toda claridad: la sexta extinción masiva es 10 veces más veloz que las anteriores, en esto no hay duda
JNO