De ganar la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, el candidato del PRI, Mikel Arriola, llevaría a la delegación Tláhuac a las Fuerzas Armadas para acabar con las bandas de narcotraficantes.
En lo que fue su novena visita a esa demarcación como parte de su campaña proselitista, dijo que de llegar al cargo emitiría un decreto para quitar las facultades a seis delegados en materia de seguridad pública, empezando por Tláhuac, además “voy a traer a la Marina y vamos a recuperar la seguridad”.
Lamentó que durante los últimos 20 años “de malos gobiernos” se dejó entrar a esa delegación al narcotráfico, por ello aseveró que metería a la cárcel al ex delegado Rigoberto Salgado.
Durante su recorrido por la colonia Del Mar constató la preocupación de vecinos por la ola de violencia, robos y asaltos, así como homicidios en esas calles.
En respuesta el candidato priista ofreció normalizar la situación en Tláhuac con nueva policía, mejor equipada, con mejores prestaciones y salarios, lo que permitiría que los cuerpos policiacos recuperen la credibilidad ante la ciudadanía.
Arriola agregó que se instalaría un millón de cámaras en toda la ciudad y alumbrará al 100 por ciento las calles, con lo que aunado a la tecnología habría identificación facial de los agresores.
Asimismo, aseguró que habría mayor capacidad de respuesta ante un ilícito y se agilizarían las quejas por irregularidades.
Más adelante reiteró el apoyo a las amas de casa a través de una pensión de tres mil 200 pesos mensuales en reconocimiento al trabajo que por años hacen en el hogar sin remuneración alguna.
Añadió que una de las mayores preocupaciones para las madres de familia son los estudiantes, para ellos anunció que ampliaría la matrícula para que no dejen de estudiar, habría transporte e Internet gratuito y se crearía un fideicomiso para que el gobierno de la ciudad corra con los gastos de titulación.
DPC