GUATEMALA.- La violenta erupción del Volcán de Fuego ocurrida ya hace una semana mantiene en alerta máxima a Guatemala, pues no cesa su actividad, mientras las brigadas de rescate reanudaron la búsqueda de las decenas de desaparecidos, labores en la que participan sin tregua familiares y vecinos de las víctimas.
La fecha del 3/6/2018 quedará marcada para la historia en la mente de los supervivientes, cuando la erupción acabó con la vida de, al menos, 110 personas.
La estructura volcánica, situada a 50 kilómetros al oeste de Ciudad de Guatemala, entre los límites de los departamentos de Chimaltenango, Sacatepéquez y Escuintla, amaneció ayer con hasta nueve explosiones por hora.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insvimeh) el volcán, que en los últimos días ha generado lahares y flujos piroclásticos, también mantiene gruesas columnas de humo que alcanzan 4 mil 800 metros sobre el nivel del mar, pese a que sus expertos realizaron ayer un sobrevuelo.
En tanto, Brigadas del Ejército y de los Bomberos Voluntarios reanudaron ayer las operaciones de búsqueda de más víctimas de la violenta erupción, que también ha dejado cerca de 200 desaparecidos.
Oficialmente las operaciones de búsqueda y rescate se suspendieron el pasado jueves por el mal tiempo y luego de cumplir el protocolo internacional de las 72 horas para encontrar personas con vida.
Las posibilidades de hallar supervivientes son prácticamente nulas, pero los rescatistas y los guatemaltecos no se rinden.
Y frente a la tragedia crece en enojo. Miles de guatemaltecos pidieron la noche del sábado la renuncia del presidente de Guatemala, Jimmy Morales, por la “ineptitud” e “incapacidad” de su administración para hacer frente a la emergencia y atender a los afectados que ya suman 1.7 millones de personas. Por lo pronto la Fiscalía ya investiga de oficio por la posible negligencia de las autoridades.
JNO