En la víspera del tercer y último debate entre presidenciables, la redes sociales se llenaron de videos presuntamente anónimos en contra, principalmente, de Andrés Manuel López Obrador.
Son videos de buena calidad, con buena edición, con actores profesionales que no forman parte de la pauta de ningún partido ante el Instituto Nacional Electoral.
El más reciente, con duración de poco más de un minuto, retrata varios escenarios: el primero es un funeral al que llega un sujeto que se dirige a una señora que se aferra al ataúd, y sin más le espeta que es él quien mató a su hijo y quiere que lo perdone.
La segunda escena es igual de cruda: un grupo de tres individuos toca a la puerta de una casa; la señora de la vivienda se asoma por la mirilla y pregunta quién es.
La respuesta es igualmente dura: somos quienes nos metimos a tu casa y queremos que nos perdones.
El objetivo del video es, desde luego, evidenciar la promesa de López Obrador de amnistiar a los delincuentes, que no ha sido explicada del todo ni por el tabasqueño ni por sus muchos voceros.
Igualmente hay un video animado sobre la misma temática en la que se ve a un sicario encarcelado, con la mirada feroz que advierte que pronto nos encontrará en la calle.
Lo mismo es sobre el cuestionamiento a la promesa de campaña de López Obrador que más se recuerda en redes.
También hay videos en contra de Anaya y memes, muchos memes.
El más reproducido es en el que se muestran las caras de Meade, AMLO y el Bronco y los lugares donde cerrarán sus campañas.
La última foto es la de Anaya y se anuncia que su cierre de campaña será en la PGR.
Estos videos de contracampaña desde luego que son más ingeniosos –y hasta divertidos- que los formales registrados ante el INE.
¿Pueden ser considerados guerra sucia cuando se fundamentan en hechos verídicos, pero caricaturizados?
Ni en el INE se ponen de acuerdo.
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Hubo debate, el último, en Morelos; nada nuevo bajo el sol.
Cuauhtémoc Blanco, puntero en las encuestas, no se cansa de exhibir su analfabetismo político; cree que repitiendo como mantras los dogmas de López Obrador solucionará la gravísima crisis de seguridad en el estado.
Rodrigo Gayosso, igualmente pequeño ante la complejidad política del estado; tratando de defender al gobierno de su padrastro, Graco Ramírez, que poco, muy poco tiene que presumir.
El más articulado fue el priista Jorge Meade Ocaranza, quien presentó un programa denominado Plan Morelos Sin Miedo, para reactivar la economía estatal, hundida por la inseguridad rampante.
Lamentablemente la propuesta pasó casi de noche porque los reflectores los acaparó el pleito de callejón entre Blanco y Gayosso.
Y para que no duden que el pleito es de verdad, ahí está la orden de aprehensión en contra del padre biológico de Gayosso, Guillermo Alberto, girada el 12 de septiembre de 2012 por el delito de fraude genérico.
Blanco prometió meter a la cárcel a Graco si gana la gubernatura.
¿Dónde he oído eso?