Los visitantes y aficionados a la Copa del Mundial de Futbol 2018 en Rusia, no deben perder la oportunidad de degustar al menos tres platillos típicos de este país que posee una riqueza gastronómica derivada de la multiculturalidad y gran extensión territorial que posee.
En un territorio donde conviven más de 200 nacionalidades, resultará imposible degustar toda la comida en una sola visita, por lo que mínimo se deberán consumir los platillos de pelmeni, borsch y medovik, aseguró Iryna Baturyna, maestra de ruso en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
La docente detalló en un comunicado de la UANL que el pelmeni es un plato tradicional de Rusia, el cual consiste en una masa elaborada con harina, huevos, agua y leche, rellena con carne, papa, queso o champiñones.
“Lo puedes encontrar en cualquier supermercado, se venden congelados y los puedes preparar en casa. Se consumen cocidos en agua hervida o a la plancha”, aseguró la catedrática.
El borsch, dijo, es de origen ucraniano, aunque se consume tradicionalmente en Rusia y se trata de una sopa de verduras que incluye raíces de betabel, lo que le da un color rojo intenso, característico del plato.
“Se sirve con crema, siempre tiene color rojo por el betabel y se come con ajo y pan negro”, precisó la maestra Buturyna.
El medovik, también conocido como pastel de miel ruso o pastel de miel de ocho capas, es muy popular en Rusia.
“Es un pastel de miel que es interesante porque está hecho de diferentes capas y tiene mucha crema, está muy rico.
Es suave y realmente lo disfrutamos mucho”, aseguró la especialista de la UANL.
La masa de las capas se prepara a baño maría y se hace una especie de galletas de miel gigantes que se hornean y se cortan en forma de disco.
Otros alimentos que son base de la cocina rusa son las papas, pan rústico, mayonesa y ensaladas.
“La mayoría de las ensaladas son cocidas porque la temporada de cosecha es corta, entonces la gente conserva fruta y verdura. Las ensaladas son de papa, zanahoria, betabel y les agrega mucha mayonesa”, precisó por su parte la rusa María Kazarenkova, profesora del Centro de Estudios y Certificación de Lenguas Extranjeras de la UANL.
Ambas catedráticas indicaron que en Moscú se puede encontrar una gran variedad de restaurantes de cocina rusa, tanto establecimientos de comida rápida o buffets, como excelentes restaurantes de cocina local.
Además, hay muy buenos restaurantes de cocina internacional: asiática, italiana, mediterránea, entre otros.
Detallaron a la hora de la comida casi siempre se come a tres tiempos: un caldo, luego el plato fuerte y al final un postre con té o café. También se pueden pedir entradas.
Las propinas son iguales que en México, el 10 por ciento del consumo total; no es obligatorio, pero es una cortesía dejar propina en el restaurante, dependiendo del servicio.
Además, los visitantes para pedir una cerveza sólo necesitan decir “pivo, pozhaluysta” (una cerveza, por favor).
TFA