La administración del presidente Donald Trump espera que el proceso de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) “cobre impulso” después de las elecciones del primero de julio en México, a fin de lograr un acuerdo “revitalizado”, dijo hoy el secretario de Comercio, Wilbur Ross.
En una comparecencia ente el Comité de Finanzas del Senado, Ross aclaró a los senadores que si concreta el acuerdo “desaparecerían” los aranceles al acero y aluminio que Estados Unidos impuso a México y Canadá bajo la Sección 232 de la Ley Comercial de 1962.
“El embajador Robert Lighthizer ha dicho que después de las elecciones de México, el primero de julio, esas pláticas podrían cobrar impulso nuevamente”, externó Ross.
“Nuestro objetivo es tener un TLCAN revitalizado, un TLCAN que ayude a Estados Unidos y como parte de eso, las (sanciones) 232 desaparecerían, tanto para Canadá como para México”, puntualizó.
Senadores republicanos y demócratas criticaron la decisión del presidente Trump de imponer aranceles a sus socios comerciales, advirtieron a Ross el impacto negativo de las represalias comerciales sobre el sector agropecuario, incluido en estados que votaron por Trump en 2016.
El presidente del Comité, el republicano de Utah, Orrin Hatch, le recordó a Ross que México es el principal mercado de las exportaciones porcinas de Estados Unidos e hizo notar que el gobierno mexicano decidió imponer un arancel de 20 por ciento a las exportaciones estadounidenses de puerco.
“Simplemente no veo cómo el daño que representa para estos sectores podrían hacer avanzar nuestras seguridad nacional”, dijo Hatch.
El senador de Kansas, Pat Roberts, señaló que la producción de algunos insumos agrícolas ha caído en 40 por ciento en Estados Unidos y que México podría empezar a comprar más trigo de Argentina o su maíz de Brasil, en lugar de comprarlo de los granjeros estadounidenses.
“Ese es el problema, podríamos estar perdiendo ese mercado y no seríamos un abastecedor confiable”, manifestó el senador.
Los senadores cuestionaron asimismo la decisión de la administración Trump de iniciar una investigación similar, por motivos de seguridad nacional, en el sector automotriz. “Un automóvil no es una lata de sopa, señor secretario”, le dijo Hatch.
Ross defendió la imposición de aranceles en general y sostuvo que fue una acción “global” necesaria porque China usa a otros países como trampolín para introducir su sobreproducción de acero.
La nueva investigación de la administración Trump sobre el sector automotriz cubre un comercio anual de 200 mil millones de dólares.
TFA