FOTO: RODOLFO ANGULO Silencio. Aunque en algunas estaciones la señal del debate fue óptima, se detectó que el volumen era demasiado bajo como para escuchar a los candidatos.  

Recorrido. En varias estaciones la señal estaba apagada, mientras que en otras fue deficiente o el volumen era demasiado bajo

Cuatro segundos como mínimo y 10 como máximo fue el tiempo de atención que el tercer y último debate por la Jefatura de Gobierno, organizado por el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), logró captar en usuarios del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.

Por primera vez, el debate estuvo disponible en pantallas de las estaciones; sin embargo, 24 HORAS constató que varias presentaron fallas.

Por ejemplo, en la estación La Raza, de la Línea 3, en todas las pantallas disponibles en ambas direcciones (Universidad e Indios Verdes) se observaba solo una imagen turquesa con el logo de buscando señal; la suerte no cambió en la estación Hidalgo, una de las más concurridas del sistema, incluyendo la parte que corresponde a la Línea 2 (Cuatro Caminos y Tasqueña).

En la Línea 8, que corre de Garibaldi a Constitución de 1917, en las estaciones Bellas Artes y Chabacano la pantalla se encontraba en negro, con el logo de buscando señal; en cambio, en las estaciones Santa Anita y Salto del Agua sí lograron conectar la emisión… pero con deficiencias.

En la primera, la pantalla se veía pixeleada, mientras que en la segunda la imagen era óptima, pero el volumen fue extremadamente bajo.

Los usuarios que llegaban a Salto del Agua, en su mayoría hombres, se acercaban a la pantalla, unos sólo mantenían la mirada cuatro segundos, quizá en lo que leían el nombre y partido de quien estaba hablando, mientras que otros se quedaban máximo hasta 10 segundos, intentando escuchar algo de lo que se decía; sin embargo, ante el escaso volumen, optaban por acomodarse en el anden para buscar lugar cerca de las puertas del tren.

Otros usuarios ni se percataron de la transmisión, pues iban entretenidos en las pantallas de sus celulares o dispersos escuchando música con audífonos. En los tramos reservados para mujeres, correspondientes a los dos primeros vagones del tren, las usuarias sólo volteaban a ver la pantalla momentáneamente.

En el transbordo de Salto del Agua, de la Línea 8 a la 1, un policía bancario ubicado en los torniquetes de una salida tenía la pantalla enfrente, pero tampoco le importó alguno de los siete candidatos.

Por el contrario, un trabajador de intendencia sí estuvo mirando la pantalla, pero al sentirse observado optó por continuar limpiando la estación.

Al concluir el debate entre los aspirantes, las pantallas de esta estación regresaron a su programación cotidiana, ahora sí, con el volumen alto.

66 pantallas
del Metro capitalino estaban programadas para transmitir el debate