Bangkok.- Al menos 33 personas han muerto, 23 siguen hoy desaparecidas y se ha rescatado a 91 en dos naufragios que sucedieron el jueves de manera separada y que han estremecido uno de los principales destinos turísticos de Tailandia, Phuket.
La casi totalidad de las víctimas son turistas, principalmente chinos, aunque las autoridades aún deben ofrecer una lista de nombres y nacionalidades.
Además, hay once heridos, dos de ellos de gravedad, según el gobernador de la provincia de Phuket (sur), Norapat Plodthong.
A medida que pasa el tiempo se afianza el temor de que los desaparecidos acaben inscritos en la lista de fallecidos.
La jornada comenzó con solo un muerto, un ciudadano chino cuyo cadáver se recuperó anoche, pero pasado el mediodía el tailandés Thitichai Siemlek, secretario del gobernador de Phuket, confirmó a Efe que habían sacado del mar 16 cuerpos más.
Avanzada la tarde, la cifra de víctimas mortales había subido hasta las 21 y se encontraba en 33 cuando suspendieron las operaciones hasta el sábado por la mañana.
El mal tiempo, responsable principal de ambos naufragios, prosigue y dificulta las tareas de salvamento en las que participan helicópteros, barcos y buzos expertos de la Armada y la Policía tailandesa.
Una tormenta azotó la región de Phuket anoche y provocó cortes de luz y la cancelación de vuelos comerciales.
Los trabajos de búsqueda se llevan a cabo en el “Phoenix PD Diving“, una embarcación dedicada al buceo y el esnórquel que llevaba a bordo a 105 personas, 93 turistas chinos y 12 tailandeses miembros de la tripulación, cuando se hundió en las cercanías de la isla de Hae (coral), situada a unos 10 kilómetros al sur de Phuket.
Los muertos y desaparecidos corresponden a este naufragio y se cree que puede haber más cadáveres atrapados en el interior del barco, que yace a 40 metros de profundidad en el mar.
El otro naufragio corresponde al yate “Sereneta”, que transportaba a 35 turistas, un guía, un fotógrafo y una tripulación formada por cinco tailandeses cuando zozobró en aguas de otra isla de la zona.
El mismo jueves se rescató a 40 personas de este yate y hoy se encontró a las dos personas que permanecían desaparecidas, un ciudadano chino y un tailandés.
Ambos naufragios tuvieron lugar en medio de fuertes oleajes y viento que habían anunciado los servicios meteorológicos en sus previsiones.
El capitán del “Phoenix PD Diving”, al que las autoridades piensan presentar cargos, indicó, según los medios locales, que cuando perdió su barco había olas de hasta cinco metros de altura.
“El capitán y el propietario del barco sacaron la embarcación sin tener en cuenta la advertencia (meteorológica), por lo que se los considerará responsables”, avanzó hoy el viceprimer ministro y titular de Defensa, Prawit Wongsuwa, según los medios locales.
Prawit indicó que había hablado con ambos y que le respondieron que no hacía viento fuerte cuando zarparon.
“Pero el Departamento Meteorológico había avisado contra las salidas a alta mar entre el 4 y el 6 de julio, y ellos no atendieron la advertencia”, añadió el viceprimer ministro.
China ha enviado una delegación para tratar con las autoridades tailandesas la búsqueda de los nacionales desaparecidos, mientras que los centros médicos en Phuket han hecho un llamamiento en las redes sociales en búsqueda de personas que puedan ejercer de traductores del chino al tailandés.
Tailandia se encuentra en plena temporada de los monzones, la estación de lluvias que cada año afecta a esta región entre junio y octubre.
El turismo es uno de los principales motores económicos del país, aporta el 6 % del producto interior bruto, es la principal fuente de divisas y ocupa a cerca de 5,4 millones de personas (14,1 % del empleo total).
Tailandia atendió a 35 millones de turistas en 2017, prevé alcanzar los 38 millones de visitantes este año y su objetivo es elevar su número hasta los 60 millones en 2030.