Bruselas.- Los líderes de la OTAN concluyeron ayer una cumbre de dos días marcada por los desacuerdos de los aliados con el presidente estadounidense, Donald Trump, en asuntos como el reparto de responsabilidades en la Alianza, con el mensaje de que la organización sale fortalecida y comprometida con el gasto militar.
“Todos los aliados acordaron redoblar sus esfuerzos. Y esto hará a la OTAN más fuerte (…) Y a pesar de nuestras diferencias, estamos haciendo más juntos por nuestra seguridad”, aseguró el secretario general, Jens Stoltenberg, al término de la reunión.
Esta segunda reunión de líderes aliados en la que ha participado Trump desde que es presidente de EU vino precedida de los “desacuerdos” con los europeos y Canadá en áreas como el comercio o el cambio climático, como recordó Stoltenberg, lo que no les ha impedido cerrar una cumbre que tildó de “éxito” y en la que lograron cerrar decisiones.
En esta ocasión, el político noruego indicó que los países captaron “alto y claro” el mensaje en el que Trump insistió desde que aterrizó en Bruselas de que Estados Unidos está pagando de más por la seguridad de los europeos, y que ahora corresponde a éstos y a Canadá cumplir “inmediatamente”, como llegó a decir, con la meta de invertir el 2% de su PIB en Defensa para 2024.
“Tras años de declive, cuando los Aliados recortaban miles de millones, ahora están añadiendo miles de millones” a su gasto en Defensa, destacó Stoltenberg, unos 41 mil desde que Trump llegó al poder en enero de 2017.
La primera ministra británica, Theresa May, recordó durante la cumbre que su país ya cumple con el objetivo del 2%, algo que según la OTAN alcanzará un total de ocho aliados este año, mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, defendió la “transformación” de la Alianza en los últimos años y la necesidad de “tener una OTAN creíble para nuestra defensa colectiva”.
La canciller alemana, Angela Merkel, blanco de las críticas de Trump por no llegar al 2% pese a tener el mayor PIB de Europa, también confirmó tras reunirse en bilateral con el mandatario estadounidense que son “buenos socios”.
Luego de la cumbre, Donald Trump presumió haber promovido el aumento de la inversión en defensa entre los miembros de la OTAN.
Sin embargo, en la reunión no se alcanzaron nuevos compromisos sobre los niveles de gasto en defensa, más allá de reafirmar lo pactado en la cumbre de Gales de 2014, donde los países miembros decidieron destinar en una década el 2 % de su PIB a las fuerzas armadas.
Sobre su próxima reunión con su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, Trump dijo que abordará el control de armas, la situación en Crimea y la supuesta injerencia en las elecciones de EU.
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