Durante las últimas semanas, hemos visto un desempeño favorable en los mercados financieros en nuestro país. Con datos estadísticos al cierre del 27 de julio pasado, el mercado accionario logró darle la vuelta al rendimiento negativo en el año, al concluir con un avance modesto de 0.59% nominal y de 6.07% medido en términos de dólares.
El peso mexicano por su parte, registró una semana de apreciación de 2.2% y en el año muestra una ganancia de 5.2% para situarse en $18.64 a la venta en el mercado interbancario.
En relación a las tasas de interés, sigue presionada la parte corta de la curva, es decir, el comportamiento de los Cetes que hoy oscilan entre 7.75% y hasta 8.14% el plazo a un año, en espera de la decisión de Banxico esta próxima semana.
Dentro de estos movimientos, existen operaciones de inversionistas nacionales y extranjeros. En el caso de los extranjeros, hemos visto entradas moderadas en el mercado de capitales. Sin embargo, llevando un análisis más exhaustivo en el mercado de dinero, hemos visto una entrada de flujos que con datos al 18 de julio pasado, alcanzan los dos mil 378 millones de dólares, siendo la entrada más importante al mercado de Cetes, registrando un aumento de 18.4%, mientras que en la parte media – larga de la curva de bonos gubernamentales, éste ha incrementado apenas 1.1%.
Estamos viendo que esta apreciación del peso mexicano ha venido acompañada de una entrada de inversionistas extranjeros. Sin embargo, estamos viendo que su principal destino son los Cetes, que al final de cuentas, es un dinero prácticamente “líquido” con vencimientos máximos de un año.
Estamos a cinco meses de que inicie la nueva administración federal. Hasta ahora, la posición del nuevo Gobierno ha mostrado una actitud positiva hacia el control de gastos y un aumento en la inversión pública. Si como dicen, concluyen México y Estados Unidos el acuerdo del TLCAN antes del cierre de agosto y de manera “estable” para México, podría darse un beneficio para retomar proyectos de largo plazo en la inversión privada y se genere un ambiente favorable en la economía para el 2019 con posible crecimiento mayor al 2.5% anual.
Por ello, consideramos que la posición de inversionistas extranjeros en Cetes, tienen una tasa de rendimiento muy competitiva, con “cero” riesgo y en espera de ver que efectivamente el próximo gobierno confirme “confianza” y en su caso, el riesgo sobre la inflación se modere para que Banxico pueda darle ya una pausa mayor al movimiento en las tasas de interés.
Sin embargo, el estar prácticamente líquidos también en un ambiente negativo, podría fácilmente demandar dólares y buscar otras alternativas de inversión.