Ángel Boza, uno de los miembros de La Manada, fue detenido por presuntos delitos de robo e intento de agresión en un centro comercial del barrio de Nervión, Sevilla.
Boza fue sorprendido al intentar robar unas gafas de sol y en su huida arremetió con un coche contra dos vigilantes de seguridad que se percataron del hurto acometido por el miembro de La Manada.
El detenido fue traslado a la jefatura de Policías Locales de Sevilla para declarar.
Boza es uno de los cinco sevillanos que fueron condenados a nueve años de prisión por el delito de abuso sexual a una joven en las fiestas de San Fermin de hace dos años en Pamplona. Al igual que los otros cuatro miembros de La Manada, se encuentra en libertad provisional.
El integrante más jóven de los cinco Sevillanos supuestamente quitó el precinto de seguridad de las gafas de sol, las tomó y en su lugar puso otras. “Uno de los vigilantes, que lo reconoció porque ya había tenido otros episodios similares con él en otra época, lo siguió y le pidió que le devolviera las gafas, pero no le hizo caso”, señalan diversas fuentes.
Boza, condenado por la Audiencia de Navarra en sentencia aún pendiente de recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Navarra y en libertad provisional, debe pasar en las próximas horas por este nuevo caso a disposición del juzgado de guardia de Sevilla, donde se dilucidará si es enviado a prisión o queda en libertad provisional. Su abogado, Agustín Martínez, defiende que no hay posibilidad de que aumenten las medidas cautelares. “Lo dispuesto por los hechos de Pamplona se cumplen a rajatabla.
No tendría sentido que se amplíen”, dice Martínez, que considera que si entrara en prisión sería por esta nueva causa.
aarl