“Estamos muriendo de hambre y necesitamos agua y comida”, decía el mensaje que condujo a las autoridades al hallazgo de 11 años que vivían en condiciones deplorables.
El jefe de policía Jerry Hogrefe, del condado Taos, Nuevo México, se declaró sorprendido: “He sido policía durante 30 años y nunca vi algo como esto. Es increíble”.
Los menores, cuyas edades van desde 1 a 15 años, tenían apenas unas papas y arroz para comer, no tenían agua, ni zapatos y vestían ropa vieja y sucia.
Estaban viviendo en un remolque en medio del desierto de Nuevo México, cerca de la localidad de Amalia, a 233 kilómetros al noreste de Albuquerque, una zona aislada en el desierto cerca del límite estatal de Nuevo México con Colorado. Los menores fueron entregados a funcionarios estatales de bienestar infantil.
Dos hombres fueron detenidos durante la búsqueda. Siraj Wahhaj fue arrestado con una orden judicial pendiente en el estado de Georgia por secuestro infantil y Lucas Morten fue encarcelado bajo sospecha de albergar un fugitivo, indicó el jefe de Policía, Jerry Hogrefe
El jefe de Policía dijo que los agentes del FBI habían vigilado el área durante algunas semanas, pero no habían encontrado ninguna causa probable para registrar la propiedad.
Eso cambió cuando los detectives del estado de Georgia remitieron un mensaje a la oficina de Hogrefe que inicialmente había sido enviado a una terca parte.
aarl