La Fiscalía de Durango informó que investiga como homicidio la muerte de Ronaldo Mojica Morales, el normalista que falleció el sábado pasado debido a una presunta novatada durante la Semana de Inducción de la Escuela Normal Rural J. Guadalupe Aguilera.
La fiscal general del estado, Ruth Medina Alemán, informó que la línea de investigación incluye el testimonio de testigos que “refieren que la madrugada del día 2 al día 3 (de agosto), estaban haciendo un simulacro dentro de su capacitación para poder repeler alguna agresión que pudiera tener la normal, esa, para ellos, es una parte de su formación”, siendo que después de ese simulacro fue ingresado Mojica Morales al hospital; la Fiscalía investiga el caso de otros cuatro jóvenes que presuntamente también sufrieron heridas y no se les permitió recibir atención médica profesional, incluyendo uno con herida de bala.
Sobre el joven que falleció, la fiscal aseguró que hay evidencias de contusiones y de la presencia de una bacteria, lo que provocó la muerte del estudiante.
Ayer se llevó a cabo el funeral de Mojica Morales, en el poblado 18 de agosto, del municipio de Las Poanas, de dónde era originario.
Ritual violento
Para la psicóloga Diana Jiménez Trujillo, profesora de la Universidad La Salle, las novatadas que se aplican a estudiantes de nuevo ingreso en las normales rurales están relacionada con un “ritual”.
En entrevista con 24 HORAS, la académica, que imparte la materia de Prevención de la Violencia, señaló que “la forma de erradicar estas “novatadas” es que “se tienen que dejar de ver como parte de la vida cotidiana, el hecho de no intervenir es una complicidad”.
Afirmó que en el contexto estudiantil “es una característica importante de un rito de paso, es decir para ser validado como estudiante o en alguna agrupación siempre están estos rituales o novatadas. Esto se va repitiendo por generaciones, en cada nuevo ingreso. Esto se ha presentado en varios lugares e incluso en instituciones gubernamentales; en el Ejército se ha sabido de estas novatadas”.
Aseguró que en este tipo de casos también se tiene que investigar si los estudiantes, al tener que pasar por este tipo de rituales, ya tenían conocimiento de ellos o fueron sorprendidos: “Lo más importante es que los chicos no estén siendo forzados, porque entonces cuando se fuerza a una persona en participar en este tipo de actividades es estar entre la vida o la muerte”.
Finalmente, afirmó que “las autoridades gubernamentales, escolares y toda la sociedad son responsable de estos actos, porque la sociedad también educa, aunque de manera indirecta, pero lo hacemos”, concluyó.
fahl