La ONU reiteró ayer su preocupación por el éxodo de venezolanos como consecuencia de la crisis y llamó a los Gobiernos de todo el mundo a donar fondos a los mecanismos que ha puesto en marcha para apoyar a los países vecinos.
“La falta de un acuerdo político en Venezuela está teniendo un impacto humanitario inmediato en los propios venezolanos”, subrayó el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, en su conferencia de prensa diaria.
Dujarric apuntó además que la salida masiva de personas con destino a países vecinos está creando “presión” en la región.
Según datos de Naciones Unidas, un total de 2.3 millones de venezolanos han huido del país desde 2014, dirigiéndose principalmente a Colombia, Ecuador, Perú y Brasil. La mayor parte de los emigrados, según la ONU, citan la falta de alimentos como la principal razón de su marcha.
El portavoz de Naciones Unidas también fue cuestionado por la detención del diputado opositor Juan Requesens, acusado del atentado contra el dictador Nicolás Maduro, y despojado de su inmunidad parlamentaria, ante lo cual dijo que confía en que cualquier investigación se lleve a cabo de acuerdo con las normas aceptadas en el país.
Sin embargo, la familia de Requesens y legisladores de oposición reiteraron ayer su inocencia e insistieron en que se violaron sus derechos.
En tanto, en Colombia, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela “en el exilio” condenó ayer a Maduro, a 18 años y tres meses de cárcel por los delitos de corrupción propia y legitimación de capitales, en un caso con la constructora brasileña Odebrecht.
LEG