José Ramón Amieva, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, informó que el caso del policía capitalino involucrado en la muerte de un joven en la delegación Iztacalco, el domingo pasado, no se trató de abuso de autoridad, sino de un asesinato, en el que no se usó el protocolo existente sobre el uso de la fuerza.
Tras encabezar el evento Destrucción Masiva de cilindros de gas L.P, detalló que, después de las pruebas balísticas correspondientes, fue acreditado el homicidio.
“Pusimos a seis elementos a disposición, a todos ellos se les practicó la prueba de absorción atómica, de Rodizonato de Sodio, la prueba de Harrison, y esta prueba de absorción atómica determinó de dónde salió la bala que privó de la vida a este joven abogado y también se determinó que el policía pues había efectuado ese disparo”, dijo.
Mencionó que no hubo elementos de que el joven haya agredido al policía, lo que significa una violación al protocolo de actuación de la Secretaría de Seguridad Pública local. Por ello, se solicitó su vinculación a proceso y la sanción penal.
Comentó que en la carpeta de investigación, se solicita la reparación del daño para la víctima y para sus familiares.
JMSJ