El 28 de Agosto del 2016 falleció Alberto Aguilera, mejor conocido como Juan Gabriel y a raíz de su partida han sucedido infinidad de cosas; para empezar aparecieron muchos hijos no registrados que se quisieron colgar de su fama, pero en realidad el único que interpuso una demanda fue Joao.
Me comuniqué con el Lic. Guillermo Pous quien es el albacea de la herencia de Alberto Aguilera y aclaró que Joao ha perdido todas las demandas y están en espera de una resolución para poder dar por concluido el caso y así proceder a la repartición de bienes; ya que el único que disfrutará de lo que dejó Juan Gabriel es Iván, quien a su vez decidirá de qué manera reparte los bienes con sus hermanos: Joan, Hans y Jean, de ahí en fuera los demás se pueden quedar esperando.
Aseguró que sólo existe un testamento y que no hay demandas de los demás que se dijeron hijos de Juan Gabriel. De igual manera verán que Silvia Urquidi ceda las casas que tiene a su nombre a favor de Iván, porque eran de Juan Gabriel.
Todo empezó porque la Procuraduría General de la República abrió una carpeta de investigación relacionada a supuestos hechos ilícitos en el testamento de Alberto Aguilera Valadez, a petición de su presunto hijo biológico Joao Aguilera Rosales, junto con su abogado, el licenciado Marco Tulio Ruiz, quienes aseguraron que existían irregularidades en el testamento en el que se nombró a Iván Gabriel Aguilera Salas como heredero universal de todos los bienes del cantante.
Joao presentó documentos que avalan que la firma de Juan Gabriel en el testamento es falsa y mostraron el testimonio de un testigo que aseguró que Juan Gabriel no estuvo presente.
Los hechos que denunciaron fueron: la simulación de las transmisiones de propiedad, supuestamente hechas en vida por el cantante en favor de Iván Aguilera y su esposa.
El informe que rindió la autoridad migratoria de EU en el cual manifiesta que Alberto Aguilera Valadez no se encontraba en Estados Unidos en la fecha en la que se otorgó ese acto jurídico.
Un dictamen en materia de grafoscopía que concluye que la firma que aparece en el testamento como de Juan Gabriel no fue estampada de su puño y letra, por lo tanto, no es su autoría y un tercer documento es una declaración jurada en la embajada americana en Chile por un testigo que supuestamente manifestó que es mentira que Alberto Aguilera Valadez hubiera comparecido a otorgar esa cesión de derechos.
Este juicio busca la nulidad del testamento, y que se abra la sucesión legítima para que los que tienen derecho, puedan acceder a una parte de la herencia.
El abogado aclaró que el litigio podría llevarse hasta diez años y sólo para desestimar el testamento, lo que traería como consecuencia que se abriera un segundo testamento; y si este también se impugna sería un proceso largo y si al final no hubiera acuerdo, sería un juez quien designaría un albacea para que repartiera los bienes en forma equitativa. Joao Aguilera aceptó que estaría dispuesto a negociar con Iván, pero nunca recibió respuesta.
El abogado explicó que según la ley cuando una herencia está en disputa y existan demandas y litigios, el heredero universal no puede tomar posesiones de la herencia hasta que se resuelvan los conflictos.
Hay más… pero hasta ahí les cuento.
Se van a cumplir dos años de la muerte de Juan Gabriel y todavía hay muchos líos. Esto y más leerás en #ElPrecioDeLaFama de Ana María Alvarado pic.twitter.com/xfrUtWSZxN
— 24 HORAS (@diario24horas) 20 de agosto de 2018