Foto: Especial Necesitamos promover este futuro, participar dentro de él sin miedo, estar abiertos al cambio a reaprender: Ana  

El destino nos alcanza y las mujeres que tanto han logrado en muchas materias, podrían quedarse fuera del mercado laboral, si no rompen paradigmas y se introducen de lleno en la tecnología, afirma Ana Paula Nacif Siliceo, Directora de Marketing, Comunicaciones Internas y Externas, Responsabilidad Corporativa y Relación con Universidades de IBM en México

“La mayor parte de los puestos de trabajo que se requerirán en 2030 hoy no existen, porque hay tecnologías que todavía no han sido desarrolladas, y otras apenas se están creando y van a modificar la manera en que la gente está trabajando”, afirma Ana Paula Nacif, Directora de Marketing, Comunicaciones Internas y Externas, Responsabilidad Corporativa y Relación con Universidades de IBM en México, quien es sin lugar a dudas, es una de las mujeres con mayor experiencia en el ámbito de la tecnología en México.

“Las habilidades que requieren esas personas, no existen hoy, ni las carreras tampoco, además para 2030, 80% de los empleos que actualmente son los más demandados van a desaparecer y serán reemplazados por los de las carreras STEM (acrónimo que se refiere a las áreas de conocimiento en el que suelen trabajar los científicos e ingenieros, Science, technology, engineering and mathematics -ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas-); hoy en México, las universidades solo ofrecen 20% de las horas de ingenierías que se necesitan para poder cubrir esa demanda, siendo que en 2016 países como China produjeron 4.6 millones de graduados en STEM; India 2.8 millones; Estados Unidos 500 mil, de México no hay estadísticas.

El punto es que todo está automatizándose y que el futuro del trabajo nos ofrece la oportunidad de integrar máquinas y personas, nuevas habilidades se van a requerir para ese futuro, y es ahí donde las mujeres pueden tener una ventaja competitiva si optan por estas carreras porque van a ser demandadas de manera importante en el futuro”, afirma Ana Paula, quien además lo dice por experiencia, pues ella, desde que inició en los puestos directivos de la compañía, ha desarrollado en proyectos de inclusión dentro de la empresa como la Red Externa de Mujeres Ejecutivas de IBM que integra mujeres directivas de 90 compañías en el país a fin de compartir mejores prácticas en el desarrollo del talento femenino.

“Estamos hablando de científicos de datos, inteligencia artificial, nube, computación cognitiva, cibernética, ciberseguridad. Los nuevos profesionistas tendrán que adoptar la tecnología como parte de su disciplina.

“Es por eso que necesitamos promover este futuro, participar dentro de él sin miedo, estar abiertos al cambio a reaprender, a desarrollar nuevas habilidades, que nos permitan seguir evolucionando. Veo un futuro con muchas más mujeres, más sensible a las necesidades de todas las personas”, afirma con una mezcla de emoción y convicción.

Adiós etereotipos

La Directiva inició su carrera en IBM en 1988 en el área de ventas, después estuvo en el área de Comunicación en Monterrey, y de ahí ha participado en áreas como la de Hardware, Servicios, en Atlanta, hasta 2001, cuando fue nombrada la primera mujer ejecutiva en IBM de México, después de que la compañía tenía ya en el país 70 años.

Desde ese momento, Ana Paula se ha dedicado dentro de la compañía a la creación de las Red de mujeres internas, ha sido la creadora de los grupos de network dentro de la compañía y de hecho, ella fue la creadora del proyecto de flexibilidad en 1997, en una época en la que no existían las computadoras personales, cuando la gente se conectaba en su casa a través de terminales “tontas” y modems, hizo su caso de negocio embarazada de su primer hijo, y viajó a Estados Unidos a presentarlo, y que aprobaran las opciones de flexibilidad en México, para que la gente pudiera trabajar en su casa, intercambiar horarios de trabajo, etcétera. Hoy más de 70% de los empleados de la compañía en México, hombres y mujeres, utiliza alguna opción de flexibilidad para poder balancear sus retos de vida, afirmó, la también mamá de Pablo y Pedro.

“Esto logra que los hombres y mujeres compitan de la misma manera, lástima que encontramos muy poquitas mujeres porque todavía hay muchos estereotipos y prejuicios, todavía no logramos romper algunas de las barreras del mundo de la tecnología, ¡ojalá yo hubiera estudiado ingeniería!”.

A la vuelta de la esquina

El año 2030 parece hoy lejano, pero sólo faltan 12 años, y la carrera ya ha comenzado. La transformación digital que se da por minutos, y la sinergia hace la velocidad de transformación se acelerará día con día, esto ha traído a las empresas la necesidad de nuevas habilidades, la gente tiene que aprender continuamente nuevos sistemas, nuevas cosas, ¿Cómo comandar esta transformación?, le pregunto a Ana Paula: “Esto trae retos enormes, culturales, de multigeneracional; los millenials y ahora los centenialls, una fuerza laboral enorme que tiene un poder adquisitivo de 40 mil millones de dólares y que vamos a tener pronto como empleados, 100% nativos digitales, en las que sus hábitos, gustos, su navegación y comunicación por redes sociales, hacen que los líderes tengan un reto, por eso hay que integrar al management, nuevos estilos.

Porque no sólo el líder tiene un perfil distinto, también el empleado es distinto, innovador, curioso, propositivo.
“Por eso son necesarias nuevas tecnologías de design thinking, que hablan más de la experiencia del empleado.

Equipos independientes que trabajan, se lideran, obtienen resultados, y tú como un coach, facilitador de ese proceso de innovación y participación de toda la gente.

Liderazgo reinventado

En este camino el estilo de liderazgo ha evolucionado, según la directiva, derivado del perfil de la gente, ha pasado de una etapa totalmente masculina, a un equipo diverso, con gente de todas las edades, con gustos y preferencias diferentes.

“Hoy la cultura es distinta, hoy en IBM son seis las mujeres que reportan directamente a la Gerencia General, en un ambiente más incluyente, y conforme más mujeres llegamos a puestos directivos, fuimos aprendiendo que no teníamos que copiar el estilo de los hombres, sino que podíamos desarrollar uno propio en el que no tuvieras que negar tus habilidades femeninas, en donde no hubiera que presentarte de una manera diferente a la que eres, y, sin tener que gritar ni hablar con groserías, lograr que las cosas se hagan. Desarrollando confianza en tu propio estilo. Yo creo que nosotras tenemos enormes recursos para estos retos que se plantean hora: la empatía, la sensibilidad, la diversidad, la visión holística, todas estas características que mucho hablan de nosotras”.

Y es en esta revolución del liderazgo que Ana Paula Nacif afirma: “Hay que tener la capacidad de desaprender, olvidarte de fórmulas y métodos que te hicieron exitoso en el pasado, estar abierto a tener nuevos esquemas que necesitas para enfrentar los problemas de hoy, y la humildad de reconocer y afirmar que otros saben más que tú, porque además eso no te hace menos líder”.

LEG