Foto: Cuartoscuro / archivo Las partículas pueden ser desde bacterias, heces fecales, polvo, nitratos cancerígenos; y no todos tienen el mismo efecto en tu salud, por eso es importante tener un análisis, para entender qué contienen e identificar con más claridad las fuentes: Jorge Macías  

A pesar de que las partículas PM2.5 que se encuentran en la atmósfera son las más dañinas para la salud, la Ciudad de México es la única entidad en el país que realiza estudios de su composición química, lo que demuestra que los gobernantes no le apuestan a la investigación, consideraron expertos.

No obstante, los especialistas consultados por este diario tuvieron opiniones divididas sobre si se debe cambiar la normatividad al respecto pues, mientras algunos creen que es posible hacerlo con la información que se tiene, otros consideran que debe esperarse más datos sobre la composición de las PM2.5 o incluso que las normas actuales son suficientes, lo que falta es aplicarlas.

El doctor Omar Amador Muñoz, investigador del departamento de Ciencias Ambientales de la UNAM, participa en la operación de un equipo TAG-CGMS con el que se detectará la composición química de las PM2.5 en la CDMX.

En una entrevista con 24 HORAS, explicó que hay muchísima información generada en años anteriores sobre la composición química de estas partículas y sus efectos en la salud y en el clima.

Sin embargo, hacen falta datos más específicos, como los que se podrán conocer con el uso de dicho equipo. Una vez que se extienda a otras zonas, creará un nuevo paradigma sobre el tema y así se podría pensar en reformar las normas vigentes.
Comentó que no debe considerarse un atraso el hecho de que hasta el momento no se haya actualizado la normatividad sobre emisiones, como la NOM-025.

“No es que se haya atrasado, sino que conforme se vaya conociendo más a detalle, se van a tratar de empatar las mediciones para poder unir más la norma. (…). La idea es que la normatividad vigente se actualice o se genere política pública que repercuta nuevas normas ambientales”, dijo.

En tanto, Jorge Macías, director de Desarrollo Urbano en la organización global World Resources Institute México, aseguró que se debe conocer más sobre las PM2.5 para detectar qué elementos son los más nocivos.

Una tercera parte del material particulado en México, dijo, proviene de fuentes móviles, es decir, de los vehículos, cuya vigilancia de emisiones se norma con la NOM-044. Al respecto, Macías consideró que no es necesario modificarla, sino reforzarla mediante su cumplimiento.

Stephan Brodziak, de la asociación El Poder del Consumidor, declaró que es una deuda del Gobierno Federal la consideración de las PM2.5 en las mediciones, pues a pesar de ser las más dañinas, no se han tomado como criterio para activar contingencia, es un rezago en todo el país.

Consideró que, con la información que se tiene hasta ahora de las PM2.5, sí se podrían actualizar las normas sobre los límites permisibles de contaminantes en la atmósfera.

“Sí es un tema político, también está el tema de falta de recursos, no se han dado suficientes. Sí hubo una actualización de la norma en 2014 (…) Hay que seguir avanzando en este tema y sí enfocar a la revisión de las normas, se actualizaron; pero no puede pasar 2019 sin que se actualicen estas normas, la de ozono y la de partículas”, comentó.

LEG