A punta de cinturonazos, patadas y recordatorios familiares, un ladrón fue sometido en la zona más insegura de la capital oaxaqueña, donde, además, permaneció amarrado “patas pa’rriba”, recibiendo más castigo físico.
El joven delincuente que se apodera de lo ajeno para poder comprar su droga, despojó de un aparato telefónico a una joven, en el estacionamiento del mercado de abasto.
Varios peatones y comerciantes fueron testigos del atraco y decidieron actuar, interceptando al delincuente, quién después de recibir su “castigo” fue entregado a la policía.
El mercado de abastos es la zona más populosa de la ciudad en donde convergen comerciantes de las regiones de los Valles Centrales, así como del estado vecino de Puebla, lo cual es aprovechado por este tipo de individuos para quitarle sus pertenencias a las personas que acuden al lugar a realizar sus compras.
DPC