Los homenajes al fallecido senador republicano y ex candidato presidencial John McCain continuaron hoy en Estados Unidos, mientras el presidente Donald Trump mantenía su escueta reacción inicial a la pérdida de uno de sus enemigos políticos.
La noticia de la muerte de McCain, uno de los políticos más respetados de Estados Unidos, copó las portadas de los diarios y suscitó cientos de reacciones en el país y en todo el mundo, mientras su familia ultimaba los preparativos para los servicios fúnebres que culminarán con su entierro el próximo domingo.
“Fue un gran patriota estadounidense, un estadista que puso a su país por delante de todo”, dijo hoy en un comunicado el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
Los líderes de ambos partidos en el Congreso anunciaron que McCain yacerá el próximo viernes en una capilla ardiente en el Capitolio, un honor reservado para los “ciudadanos más prominentes del país” y que hasta ahora solo se ha otorgado a otros 12 senadores desde que la práctica comenzó en 1852.
El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, propuso además dar el nombre de McCain a uno de los edificios de la Cámara Alta.
También habrá una capilla ardiente el miércoles, el día en el que McCain habría cumplido 82 años si no hubiera sucumbido a su cáncer cerebral, en el capitolio estatal de Arizona, en Phoenix, y el jueves se celebrará una misa en su memoria en la misma ciudad.
El funeral en Washington tendrá lugar el sábado en la Catedral Nacional, y un día después, McCain será enterrado en una ceremonia privada en el cementerio de la Academia Naval de Annapolis (Maryland), muy cerca de Washington.
En su libro de memorias “The restless wave” (La ola inquieta), McCain explicó este año que quería que le sepultaran en la academia donde se formó como militar, “donde todo empezó”, y al lado del gran amigo que hizo allí, Chuck Larson, quien falleció en 2014.
Se espera que en el funeral del sábado, que se emitirá en directo en internet y por televisión, pronuncien sendas elegías los ex presidentes Barack Obama (2009-2017) y George W. Bush (2001-2009).
Ambos políticos arrebataron la Presidencia a McCain, el primero en las elecciones generales de 2008 y el segundo en las primarias republicanas de 2000, pero también forjaron una relación de profundo respeto con el veterano político y excapitán de la Armada.
Ese vínculo con los dos expresidentes más recientes de EU contrasta con la tensa relación que McCain mantenía con Trump, a quien, según informes de prensa, su familia ha pedido que no asista al funeral, invitando en su lugar al vicepresidente, Mike Pence.
Las diferencias de Trump con McCain eran notorias desde la campaña electoral del primero en 2015, cuando minimizó los cinco años que su compañero de partido había pasado preso en la guerra de Vietnam y dijo que prefería a “la gente que no ha sido capturada”.
Desde que Trump llegó al poder, McCain criticó su política exterior, hundió con su voto una medida apoyada por el presidente para derogar la reforma sanitaria de Obama y alertó sobre el “egoísmo” y “simpatía por los autócratas” del mandatario.
Trump no hizo ningún comentario cuando, este viernes, la familia de McCain anunció que el senador había decidido interrumpir su tratamiento médico y reaccionó a la noticia de su muerte con un corto tuit en el que expresaba su “más profunda compasión y respeto” a los familiares del legislador, sin ningún elogio para el difunto.
A última hora del sábado, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, anunció que la bandera de la residencia presidencial se había rebajado a media asta, pero Trump no se pronunció sobre el tema y hoy solo emitió dos tuits sobre el buen estado de la economía antes de dedicar la jornada a jugar al golf.
Varias figuras del partido demócrata rindieron hoy homenaje a McCain, entre ellas la ex candidata presidencial Hillary Clinton, quien dijo a NBC News que el senador “realmente entendía, en lo más profundo de su ser, lo que significa ser estadounidense”.
El cantante Stevie Wonder se enteró en mitad de un concierto la noche del sábado de la muerte de McCain y le dedicó una versión de “Just the way you are”, y en los diarios proliferaban los análisis que atribuían al legislador una forma distinta de hacer política, ya casi extinta, basada en la experiencia y la honestidad.
“Se han ido todos los leones (veteranos) del Senado. Es muy triste”, afirmó la senadora republicana Susan Collins, una de las pocas moderadas de la cámara, al New York Times.