En su biografía autorizada, escrita por Walter Isaacson, Steve Jobs reconocía que entre las cosas que había hecho mal en su vida, era dejar embarazada a su novia Chrissann Brennan, y cómo gestionó esa etapa, al pedir una prueba de ADN para comprobar si Lisa era su hija; estos y otros episodios narra Lisa Brennan-Jobs en el libro Small Fry, de próxima publicación.
El libro, que llegará el 4 de septiembre a las librerías de Estados Unidos, agrupa historias sobre cómo evitaba verla y convivir con ella, hasta el momento en que Jobs reconoce, por primera vez en muchos años y frente a Bono, de U2, que el nombre para la computadora Lisa, de Apple, estuvo inspirado en su hija.
“Era importante que examinara partes de mi vida que parecían vergonzosas para poder tratar de entenderlas de manera diferente”, declaró en una entrevista a The Wall Street Journal sobre la necesidad de escribir esta nueva obra.
En diversos fragmentos compartidos a publicaciones, desvela la relación distante que tuvo con su padre y la segunda esposa de él, Laurene Powell-Jobs, donde Lisa les pedía cariño y Powell-Jobs le respondía que ellos “eran personas frías”. Además de compartir cómo era el trato déspota de Jobs con empleados y socios, Brennan-Jobs ha dicho que no busca condenar a su padre, sino perdonarlo y seguir adelante.
Uno de los ejes de la película Steve Jobs, dirigida por Danny Boyle en 2015 y basada en la biografía de Isaacson, muestra la tensa relación entre el empresario informático, su primera esposa Chrissann Brennan y el cruce en medio con su hija Lisa, desde que era pequeña y su desarrollo como adolescente.
LEG