foto: reuters Las decisiones que se adopten "deben ser justas, sopesadas y tomar en cuenta los intereses de la gente", expresó el presidente de Rusia  

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, propuso hoy suavizar la controvertida reforma del sistema de pensiones elaborada por el Ejecutivo, que según todos los sondeos es rechazada por una mayoría abrumadora de la población.

 

En un mensaje televisivo al país, el jefe del Kremlin admitió que sin elevar la edad de jubilación el sistema de pensiones se volverá insostenible y dentro de 7-10 años no será posible indexar las pensiones según el coste de la vida, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo.

 

“Durante muchos años mantuve una actitud muy cautelosa e incluso de desconfianza hacia toda propuesta de reforma del sistema de pensiones“, dijo Putin, para añadir que el desarrollo demográfico y el mercado laboral del país “muestran que ya no se puede esperar más”.

 

Al mismo tiempo, recalcó que, en cualquier caso, las decisiones que se adopten “deben ser justas, sopesadas y tomar en cuenta los intereses de la gente”.

 

Así, el jefe del Kremlin propuso aumentar la edad de jubilación para las mujeres en cinco años (de 55 a 60), en lugar de los ocho (hasta 63) que contempla el proyecto de ley del Ejecutivo.

 

“El trato de Rusia hacia las mujeres es especial, cuidadoso. Entendemos que no sólo trabajan en sus lugares de trabajo, sino que como regla general cargan con toda la casa, con el cuidado de la familia, la educación de los hijos y las preocupaciones por los nietos”, argumentó Putin su propuesta.

 

Al mismo tiempo, dejó sin modificación la propuesta del Gobierno de elevar de 60 a 65 años la edad de jubilación para los hombres.

 

Putin anunció que sus propuestas serán introducidas en breve como enmiendas presidenciales al proyecto de ley aprobado ya en primera lectura por la Duma o Cámara de Diputados.

 

Entre otras medidas dirigidas a reducir el impacto del proyecto inicial y el descontento popular, el líder ruso propuso mantener los beneficios fiscales y las subvenciones que les corresponden a los jubilados a partir de la edades contempladas en la legislación actual.

 

“Se trata de cosas muy importantes para la gente. Tales como el transporte público gratuito, subvenciones para los servicios comunitarios, las reformas de vivienda, la gasificación, la compra de medicamentos y otros”, dijo al respecto.

 

Putin reconoció que las personas en edad de prejubilación tienen miedo de perder sus trabajos, de quedar sin salario y sin pensión, “porque después de los 50 es complicado encontrar trabajo”.

 

Por ello, agregó, “debemos contemplar garantías adicionales que defiendan los intereses de los ciudadanos de mayor edad en el mercado laboral”.

 

En este sentido, el presidente ruso consideró necesario establecer “responsabilidad administrativa e, incluso, penal” para los empleadores que despidan a personas en edad de prejubilación o se nieguen a contratarlas aduciendo como motivo la edad.

 

Además, propuso aumentar de dos a cinco años la edad de prejubilación, por lo que tras la aprobación de la reforma los empleadores no podrían despedir a las mujeres a partir de los 58 años y a los hombres después de los 60.

 

“Vuelvo a subrayar: tenemos que adoptar una decisión difícil, complicada, pero imprescindible. Les pido compresión”, concluyó su alocución el jefe del Kremlin, que desde que llegó al poder, en 2000, se ha dirigido al país por televisión por un tema puntual solo en una decena de ocasiones.

 

Las palabras de Putin no convencieron la Confederación del Trabajo de Rusia (CTR), una de las mayores agrupaciones sindicales del país, que anunció que continuará la campaña “¡El pueblo contra el aumento de la edad de jubilación!”

 

“Desde nuestro punto de vista, las propuestas para corregir la reforma de las pensiones son insuficientes”, dijo el presidente de la CTR, Borís Krávchenko, citado por la agencia Interfax.

 

Por su parte, el líder del Partido Comunista de Rusia, Guennadi Ziugánov, subrayó que las propuestas de Putin no modifican en nada el rechazo de la formación a la reforma del sistema de pensiones.

 

Los comunistas, que exigen que la reforma sea sometida a un referéndum, convocaron para el próximo domingo a una gran manifestación en Moscú contra el proyecto de ley sobre las pensiones, que según las encuestas rechazan el 90 % de los rusos.

 

TFA