El empresario y restaurantero italiano Marco Valentini nos recibió en su exitoso feudo Boka (apenas con Waze o Google llega uno a un bello sitio espectacular en la Zona Esmeralda de México, competencia actual de Bosques de las Lomas, Santa Fe, Inter–Lomas y Bosque Real), que creó –con un grupo de amigos– un espacio inspirado en el estilo contemporáneo de una mujer, pensando en el buen gusto eno–gastronómico y en el buen rapport con los amigos. La elegancia y la reinterpretación de tendencias gastronómicas internacionales son los elementos primordiales de su cocina contemporánea. El estilo es vintage industrial con un toque clásico en un ambiente cálido y acogedor. Conjunto de detalles con notas chic que reflejan el carácter elegante y refinado sin olvidar la personalidad innovadora que crea su mezcla de opuestos (tanto en menú como en aceites Zazil, ha resultado cautivadora). Al referirme a los aceites Zazil. O sea, nos sirvieron un menú bien balanceado (no de la casa) con gran creatividad mezclando –antes de comer- aceites esenciales fuera de serie que brindan gozo/tranquilidad para degustar exquisitos platillos. Carmen Escalante, Marco Arroyo, Lourdes Franco de Cabrera, Elsa Salas, Valentini y ECP degustamos un tiradito de sashimi de lubina, tlapique, tamal de lubina con jitomate y epazote y pasta Tagliatelli, además de acompañarse de un fumé de pescado, vino blanco y mantequilla. Comida de 8.8, pero la próxima vez viajo en dron.
Tarde inolvidable en TK
Otro momento inolvidable fue el que pasamos en la TK Terraza (antes Tecamacharlie’s (donde celebré muchos cumpleaños), que continúa en los primeros lugares por su ambiente cálido y excelsa comida mexicana internacional. Roberto Alvarado Padilla, de Grupo Roal, y Liz Vega, que realiza meritoria tarea de imagen para el especial sitio. Cuentan con orgullo de pertenencia y creatividad, desarrollándose diariamente para estar a la vanguardia. O sea, parte de su misión es valorar y enaltecer riquezas gastronómicas del país, Como saben, está ubicado –desde hace 40 años– en una de las mejores zonas residenciales de la ciudad. Platillos que recomiendo: ostiones 4 x 4, tacos de Rib Eye, queso cilantro, tacos de canasta, ensalada de arúgula, molcajete mixto, huesitos BBQ, filete al mezcal y churros hechos en casa. Recorrí el área grill, y constaté que su TK terraza grill es única (saludé a medio México). Liz Vega me dijo que son muy solicitados para eventos y se atiborra el área para niños. Otros feudos culinarios del grupo: Mestizo Londres (Inglaterra), Mestizo Madrid (España), sumando “La cocina del Tras” (Cuajimalpa), Carlitos Grill & Garden (Cuernavaca). Recomendación: señalización del restaurante. Uno se puede equivocar para llegar.
Otra comida para degustar los vinos argentinos Altos Las Hormigas
Llegó a mi oficina una invitación de Gerardo Carranco y de la sommelier Cristina Aguilar para estar nuevamente con mi amigo italiano Antonio Morescalchi que produce sus vinos de Malbec de Altos Las Hormigas (Argentina), quien ofreció fina comida en el feudo Lipp. Este empresario empezó su carrera en el viñedo de su padre en Montecatini Alto, en plena Toscana. Se define “como un hombre del vino por su pasión por la bebida de Bacco, que lo llevó a recorrer viñedos en todo el orbe. También trabaja en Cahors (Francia) done Altos Las Hormigas tiene un novedoso proyecto en la cuna de la uva Malbec. Sus vinos tienen 8 de calificación (rubí profundo con reflejos azules, azulado intenso y púrpura; notas de frutas rojas frescas y cerezas, además de notas florales). En fin, tarde redonda.
Dos festejos de celebraciones de bodas matrimoniales
Alain y Alma Roche festejaron sus 50 años de matrimonio con una cena para 60 personas en su nueva casa de la Florida. Estuvieron acompañados de su hijo. Allí me encontré a Patricia Mercado y a otros invitados. Por su parte el abogado Francisco González Sánchez y América Ortega festejaron sus 30 años de feliz relación matrimonial, acompañados de su familia. El evento tuvo lugar en su casita colonial de Ezequiel Montes, cerca de Tequisquiapan. Y hasta la próxima, ¡abur!