Foto: Benito, durante una entrevista recordó las últimas palabras que su padre le dijo antes de entrar en coma causado por un ACV  

“Fue una buena despedida, un buen cierre, no nos vamos a ver por un largo tiempo”, estas fueran las últimas palabras que escuchó Benito Cerati de viva voz de su padre el líder de la banda argentina Soda Stereo, Gustavo Cerati.

 

A cuatro años de la muerte del cantante, su hijo, el músico Benito, durante una entrevista recordó las últimas palabras que su padre le dijo antes de entrar en coma causado por un ACV.

 

“Yo había estado en su casa y me dejó en la puerta de la de mi mamá. Se iba de viaje al día siguiente y me dijo ‘no nos vamos a ver por un largo tiempo’ y se fue. Yo estaba acostumbrando a que se fuera un mes. Me quedé pensando por qué el énfasis en eso”, contó Benito Cerati en el programa PH, Podemos Hablar, antes de describir la situación como “una buena despedida, un buen cierre”. “He cerrado bien y con mi abuela materna me pasó lo mismo. Hubo como un momento de cierre súper lindo. No tengo cosas pendientes”, aseguró.

 

Tras una presentación en Caracas, Venezuela, el 15 de mayo de 2010, Gustavo Cerati fue internado por una descompensación. Días pasaron hasta que se supiera que había sufrido un ACV, que lo dejó en coma durante poco más de cuatro años.

 

Durante ese tiempo, Benito Cerati expresó que “no se sabía qué pasaba”. “Un día te decían una cosa, otro día te decían otra”, recordó y señaló: “Fueron cuatro o cinco años de no creer. Fue como un paréntesis: hasta mis 16 años, después una cosa gris y luego, a mis 21 años, arranqué de nuevo”.

 

 

Gustavo Cerati nació el 11 de agosto de 1959 en Barracas, Buenos Aires, y ya desde pequeño estuvo vinculado a la música. En esos años de juventud tuvo dos bandas (Savage y Vozarrón) y hasta llegó a dirigir el coro del colegio Instituto San Roque, todo esto clave para lo que vendría luego. Entre sus influencias estaban Deep Purple, The Police, David Bowie, The Cure y Luis Alberto Spinetta.

 

Los inicios de Soda Stereo

En 1982, la vida de Cerati cambió para siempre. Mientras estaba en Punta del Este (Uruguay), el cantante comenzó a construir una fuerte amistad con Héctor “Zeta” Bosio, a quien ya conocía cuando ambos cursaron juntos la carrera de Publicidad en la Universidad del Salvador. La ecuación comenzaba a armarse: Cerati sería la voz y la guitarra, Bosio los coros y el bajo. Pero faltaba algo más.

 

 

aarl