foto: reuters "¿No es una vergüenza que alguien pueda escribir un artículo o libro con historias totalmente inventadas?, dijo el mandatario a través de su cuenta oficial de Twitter  

El presidente estadounidense, Donald Trump, atacó hoy duramente el libro del famoso periodista Bob Woodward que describe una Casa Blanca de «manicomio» y aseguró que es una «vergüenza» que se base en «historias totalmente inventadas».

 

«¿No es una vergüenza que alguien pueda escribir un artículo o libro con historias totalmente inventadas y formar la imagen de una persona que es literalmente el exacto opuesto a los hechos, y se vaya sin castigo o coste?», afirmó Trump en su cuenta de Twitter.

 

«No entiendo por qué los políticos de Washington no cambian las leyes de libelo», agregó el mandatario.

 

 

Woodward, cuyo trabajo publicado en el Washington Post sobre el caso Watergate contribuyó a la dimisión del presidente Richard Nixon (1969-1974), ha explicado que basó su libro en entrevistas con testigos de los entresijos de la Casa Blanca, que hablaron bajo condición de anonimato.

 

El libro, del que se conocieron este martes algunos extractos, lleva por título «Fear: Trump in the White House» («Miedo: Trump en la Casa Blanca«) y saldrá a la venta el 11 de septiembre.

 

En otro mensaje en Twitter, el mandatario remarcó que las escenas del libro han sido «refutadas» por el secretario de Defensa, James Mattis, y su jefe de gabinete, John Kelly, y subrayó que las citas de ambos «son fraudes inventados» a la vez que insinuó que Woodward está al servicio de la oposición demócrata.

 

 

En una de las escenas descritas en el libro, poco después de llegar al poder, Trump pidió al Pentágono un plan para lanzar un ataque militar «preventivo» sobre Corea del Norte, al mismo tiempo criticó el alto coste de proteger a Corea del Sur.

 

Mattis salió «exasperado y alarmado» de una reunión con Trump sobre ese tema, y comentó a su círculo cercano que el mandatario había «actuado como un niño de 10 u 11 años», de acuerdo a Woodward.

 

El secretario de Defensa, que hasta ahora había logrado mantenerse al margen del drama cotidiano en la Casa Blanca, negó el mismo martes en un comunicado haber pronunciado «nunca» esas «despectivas» palabras sobre Trump, y las atribuyó a la «rica imaginación de alguien».

 

TFA