La combinación de insulina glargina con lixisenatida, ayudará a los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 a tener un mejor control de la enfermedad, cuando hayan fracasado con metformina, insulina basal o la combinación de dos o más antiadiabéticos.
De acuerdo con los estudios clínicos, se demostró que 74% (tres de cada cuatro pacientes), lograron su meta de control manteniendo niveles de glucosa por debajo de 80, y los efectos adversos como náuseas y actividad intestinal se redujo a la mitad comparado con la administración de estos fármacos por separado.
La sinergia de la hormona (insulina) y del agonista (lixisenatida) es única en el país y con una sola dosis inyectable al día, los pacientes que están en fuera de control podrán alcanzar su meta con mayor eficacia.
En el lanzamiento ante medios de comunicación de este fármaco de nombre comercial Soliqua, Fernando Lavalle, endocrinólogo y profesor del Hospital Universitario de Nuevo León, dijo que por diferentes factores, es difícil que una persona con diabetes mantenga controlados sus niveles de glucosa.
La dieta, la actividad física, las horas de sueño, los medicamentos, otras enfermedades que padezca e incluso sus niveles de hidratación influyen en el comportamiento de su azúcar.
“Esta combinación nos permite mantener adecuados niveles de glucosa antes y después de los alimentos, la insulina nos protege durante la noche y la lixisenatida ayuda a que bajen los niveles de glucosa después de los alimentos, además de que este fármaco ayuda al control del apetito”, destacó.
Explicó que la diabetes se presenta cuando hay una deficiencia de insulina, por lo que médicos y pacientes deben hacer a un lado los mitos y temores sobre el uso de esta hormona, cuando ha fallado el uso de otros medicamentos.
De esta forma, se puede evitar o retardar la aparición de complicaciones como daño renal, en la visión, amputaciones y falla cardiaca, entre otros.
En el marco del Foro Internacional de Líderes en Diabetes, Carlos Gómez, director de la Unidad de Diabetes en Sanofi México, mencionó que la combinación de estas dos sustancias en una misma jeringa o pluma además de facilitar su aplicación tiene otras ventajas como un menor costo.
El tratamiento para un mes está en promedio en dos mil pesos, cuando por separado ambos fármacos implican un gasto superior a los cinco mil pesos.
Esta sinergia conduce también a que la cantidad de insulina suministrada al paciente sea menor, por lo que se aleja el mito de que los pacientes aumenten de peso.
DAMG